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El último aleteo de los ángeles de Victoria's Secret
La firma anuncia que en 2019 no habrá un show televisado y que va a repensar su estrategia
Es el último vuelo. Este lunes se confirmó: no volverá a haber más desfiles de Victoria's Secret por televisión. La famosa marca de lencería que había hecho de sus shows anuales su seña de identidad renuncia a ellos después de que las cifras de audiencia fueron cayendo paulatinamente cada año. Así lo confirmó el consejero delegado de la matriz del grupo, L Brand, Les Wexner, avanzando que la compañía está "repensando" sus desfiles.
Así, la firma termina con una tradición que venía cumpliendo desde 1995, un desfile que levantaba pasiones y hacía que la atención del mundo estuviera en la marca durante unos días. Con las mejores modelos del momento y una actuación musical estelar, Victoria's Secret celebraba un evento que iba más allá de la moda y que creó escuela, porque a raíz de este espectáculo el resto de enseñas de lencería empezaron a montar sus propios shows -Intimissimi, Etam, Calzedonia, Women' Secret...-, pero sin lograr el mismo éxito.
El evento se celebraba cada año en una ciudad distinta y la firma invertía millones en hacer que fuera cada vez más sorprendente. Efectos especiales dignos de Hollywood, el mejor equipo técnico, el cantante más famoso del momento, un sostén de pedrería de más de dos millones, la mejor ubicación, selectos invitados y, por supuesto, los 'ángeles'. Victoria's Secret supo reclutar a las mejores maniquís para formar un grupo de mujeres bellas, con un físico impresionante y mediáticas que les servía como mejor carta de presentación y representaba su filosofía y valores como la marca de lencería que llevan las mujeres más atractivas del mundo.
Así, en estos años modelos tan míticas como Claudia Schiffer, Karolina Kurkova, Laetitita Casta, Heidi Klum, Miranda Kerr, Tiyra Banks, Doutzen Kroes, Gisele Bündchen, Adriana Lima, Alessandra Ambrosio o Sara Sampaio recorrieron la pasarela ataviadas con la sensual lencería de la firma y las alas que las distinguían como 'ángeles' de Victoria, es decir, su grupo de chicas fijas para toda la temporada. Porque había dos tipos de modelos en sus desfiles: los 'ángeles', que tenían contrato con la casa y eran las principales embajadoras, y el resto de chicas, que solo eran contratadas para el show.
Pero ahora, todo esto queda en el aire, pues la cancelación del desfile hace tambalear el futuro del conjunto formado por Kendall Jenner, Gigi y Bella Hadid, Romee Strijd, Lais Ribeiro, Jasmine Tookes o Elsa Hosk. Porque no se sabe si volverá a haber más shows, aunque todo apunta a que no. Al menos como los conocíamos hasta ahora.
El feminismo le gana la partida
Los datos hablan por sí solos. El pasado año, el desfile celebrado en diciembre en Nueva York registró la peor audiencia de su historia: solo congregó a 3,3 millones de televidentes. Un espectáculo que muchos comparaban con la Super Bowl y que hacía que muchas personas de todo el mundo quedarse en vela esa noche para ver a los 'ángeles' desfilar cada vez tenía menos interés. Así, en unos años pasó de congregar a una media de 10 millones de espectadores a menos de la mitad.
Pero, además, esta caída de la audiencia está acompañada de unos peores resultados económicos. Es decir, Victoria's Secret cada vez vende menos. En el tercer trimestre fiscal de la matriz de 2018 -últimos datos facilitados-, L Brands entró en pérdidas con unos números rojos de 42,7 millones de dólares (37,3 millones de euros) por un aumento de costes, pues aunque la facturación creció un 6% en ese tiempo, hasta unas ventas de más de 2.400 millones, los costes de los productos vendidos también aumentaron, un 13,3%. Pero además, los ingresos procedentes de su marca emblema, Victoria's Secret, bajaron un 0,6% en el tercer trimestre, siguiendo así la tendencia comenzada un año antes cuando se redujeron un 8% en total.
Y es que el auge del feminismo y la revolución de la mujer de los últimos años han supuesto una caída en picado de la reputación de Victoria's Secret. Si antes era una firma aspiracional que hacía suspirar a mujeres de todo el mundo y provocaba colas infinitas en sus selectas tiendas, ahora ha sido vetada por muchas al considerar que es una marca que no representa a las mujeres reales y que solo contribuye a generar más presión y expectativas irrealizables sobre ellas. Además, consideran que el show cosifica a la mujer frente al hombre.
En los últimos años, fueron numerosas las críticas a la estricta dieta y rutina de ejercicios que deben seguir sus modelos antes del desfile para tener el cuerpo perfecto, además de sus sexys conjuntos, los cuales se tacharon de incómodos y solo útiles para generar el deseo masculino. Por ello, muchas mujeres se fueron alejando de Victoria's Secret y apostando por marcas que celebran la diversidad de la mujer y su naturalidad.
Así, la enseña se vio obligada a mover ficha y en estos meses hizo dos fichajes sorprendentes para su canon habitual. Por un lado, Winnie Harlow, la modelo con vitiligo que consiguió que las mejores marcas se fijen en ella rompiendo una barrera años antes inimaginable. Y, por otro, Barbara Palvin, una modelo considerada en el circuito como 'curvy', a pesar de tener un peso de 55 kilos. Porque la húngara tiene unas formas algo más redondeadas que el resto de modelos, algo que le valió numerosas críticas hace unos años, incluso de la propia Victoria's Secret que dejó de contar con ella cuando ganó algo de peso. Si bien este año regresó como su fichaje estrellas en lo que quiere ser un cambio de rumbo en la marca.
Por ello, parece que la cancelación del desfile va en línea con esta nueva estrategia, con el objetivo de que la firma sea cada vez más cercana y se reconcilie con la mujer que le dio de lado por exponer el cuerpo femenino demasiado. No se sabe si se continuará haciendo para las plataformas digitales o se apostará por otro tipo de contenido, pues en el comunicado la empresa dejó todo en el aire, pero lo que sí está claro es que una era ha terminado y que el reinado de los 'ángeles' llegó a su fin. Es momento de bajar del cielo y pisar el suelo.