La joven, de 17 años, se quitó el uniforme de la selección femenina de fútbol para hablar sobre el amor y sus sueños

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8 de septiembre de 2019, 4:00 AM
8 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Toda la rudeza y agilidad que Emilie Doerksen Dueck muestra en la cancha se esfuma cuando se quita el traje deportivo y vuelve a ser la chica, de 17 años, que encanta con sus maneras delicadas y sus rizos de un amarillo intenso.

Tiene descendencia canadiense, pero su familia echó raíces en Bolivia y ya lleva dos generaciones en Santa Cruz. Ella nació en la colonia que lleva el nombre de la tierra de sus ancestros, pero sus padres decidieron mudarse a Pailón, a 30 kilómetros de distancia, para brindarle mejores oportunidades de vida a Emilie y a sus cuatro hermanos.

Nunca imaginaron que su hija desarrollaría su habilidad para el fútbol ni que se haría una jugadora profesional, y menos que un equipo del extranjero pida referencias por ella. Así fue, y en poco tiempo, ellos se convirtieron en los padres de la ‘menonita futbolista’ que rechazó jugar en el equipo español Valencia FC para seguir junto a la sub-19 de la selección femenina de fútbol de Bolivia y en el equipo cruceño Mundo Futuro.

De la colonia a la cancha

Una precaria casa de ladrillo visto, en el barrio Residencial Norte de Pailón, la cobija desde hace nueve años. Le gusta su vida en el pequeño poblado agrícola, y dice que pasa la mayor parte de su tiempo en el estadio del pueblo, perfeccionando su juego.

Se ve pateando la pelota desde que tiene uso de razón. Recuerda que dos palos plantados en el medio del patio de su casa le servían como arcos y que disputaban tremendos partidos con sus hermanos.

Esa precaria cancha, que ella veía como un gigantesco estadio, se quedó atrás un día en que su madre, Lena Dueck, decidió que abandonarían la colonia, pues sus normas establecían que las niñas solo podían estudiar hasta los 11 años y los niños hasta los 14, y ella quería ver a sus hijos salir profesionales.

Cuenta que no le costó adaptarse a su nueva vida y que un profesor notó su rendimiento en educación física y la invitó a unirse al equipo de fútbol de su curso. Así empezaron los campeonatos intercolegiales, los goles y su gran salto a las canchas profesionales.

En 2017 fue fichada por el club cruceño Mundo Futuro, que le dio su pase a la sub-19 de la selección femenina de fútbol de Bolivia, donde es la capitana y viste la camiseta N.º 9.

Fue hace unas semanas, cuando viajó a España junto a la selección nacional femenina Sub-19, al Torneo Internacional de Fútbol Cotif, que su velocidad llamó la atención de los directivos del Valencia FC y terminaron invitándola a probarse durante 10 días, con miras a sumarla en sus filas.

Sin pensarla mucho, Emilie dio un no contundente. “No podía abandonar mis estudios, que son tan importantes para mi familia. Cada cosa a su tiempo. Estoy segura de que vendrán otras oportunidades”, expresa la delantera, que se prepara con Mundo Futuro para jugar la Copa Libertadores Femenina, a realizarse del 11 al 27 de octubre, en Ecuador, y los Juegos Plurinacionales.

Con agenda llena

Su vida no gira en torno a un balón. También se destaca en atletismo y atesora más de 30 medallas de campeonatos intercolegiales y locales. “Me gusta el salto largo y las carreras de 100 metros planos”, resalta.

Y revela que cuando quiere bajar sus revoluciones, toma lápiz y papel y empieza a dibujar. “Esa es otra gran pasión, me encanta. Me gusta dibujar de todo, en especial paisajes y rostros”, comenta.

Emilie practica este talento decorando las tortas que prepara su madre en su domicilio. “Nos complementamos; ella hornea y yo decoro”, indica.

En medio de tantas actividades, los estudios tienen un trato prioritario, por ello es la mejor alumna de la promoción del colegio Villa Nueva, con un promedio de 97, y domina tres idiomas: español, inglés y alemán.

¿Cómo lo logra? En las mañanas va al colegio, por las tardes hace tareas y ayuda a su madre, y desde las 17:00 entrena fútbol en el estadio de Pailón, actividad que combina con el atletismo o con el gimnasio.

“Los jueves y viernes son mis días más complicados porque debo ir a las prácticas en Santa Cruz, pero solo puedo cumplir si tengo dinero”, dice.

Vanidosa y romántica

La Emilie deportista e imparable también es una muchacha que, como cualquiera de su edad, disfruta de desahogarse con sus amigas, verse bien y suspirar por un amor.

Si bien afirma que la ropa y los zapatos deportivos ocupan la mayor parte de su armario, los vestidos y las blusas ajustadas y los jeans también tienen su espacio. “A lo único que me resisto es a los tacones, usarlos es todo un desafío para mí”, confiesa.

Y fruto de la práctica deportiva, todo le queda perfecto, tanto que al venir a la ciudad de los anillos recibió ofertas para trabajar como modelo. “No me atraen las pasarelas y a mis padres tampoco les gusta la idea”, menciona.

Le gusta salir a pasear con sus amistades, pero solo asiste a fiestas si se trata de una ocasión especial.

“La gente piensa que los menonitas tenemos limitaciones extremas. Pero no es así, la colonia a la que pertenecíamos tenía más flexibilidades. Yo misma me pongo límites para no afectar mi desempeño”, explica.

Prefiere escuchar música antes que bailar y sus cantantes favoritos son David Bisbal y Luis Fonsi. Al parecer, su gusto musical tiene que ver con su estado sentimental, pues reconoce que está enamorada.

Desde hace un año y medio sale con su instructor del gimnasio, Ricardo Roca, al que describe como un buen compañero y confidente.

“Me apoya en todo lo que hago, es muy especial para mí”, expresa, pero prefiere no adelantar el futuro de su relación, pues aún es muy joven para ello.

Por ahora está enfocada en terminar el colegio, luego desea estudiar Arquitectura y en paralelo seguirá preparándose para su próxima gran oportunidad en el fútbol.

Sueña con llegar a jugar en el extranjero y sueña con tanta intensidad que hasta ya tiene definido qué hará con su primer salario. Lo utilizará para construir una pastelería para sus padres y de esta manera agradecerles por haber renunciado a su vida para realizarse a través de Emilie.

2. Linda. En la plaza principal del pueblo que la cobija desde hace nueve años
3. Deportista. En el estadio municipal de Pailón, su segundo refugio desde su niñez
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