El evento, organizado por Casa Real, aglutinó a cientos de personas en sus bodegas de la tierra chapaca

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8 de abril de 2019, 8:30 AM
8 de abril de 2019, 8:30 AM

Éxtasis total. Las luces led encendían los rostros. Las manos se levantaban hacia el cielo. La cueca agitaba a la masa. Y el ‘monstruo’ del singani andaba suelto. Sus garras atraparon a los influencers (y no famosos) de Bolivia y los sometió en el mundo del descontrol de la Vendimia 2019. Ninguno quedó vivo. Eso en la noche.

Antes. Eran las 16:00. Cientos de personas -que después cambiarían de estado a ‘víctimas’- llegaban a la sede de Casa Real, lejos de la bulla del tráfico tarijeño. Muchos eran oriundos del lugar y saludaban con ese acento peculiar de los chapacos. Otros arribaban de Santa Cruz, Cochabamba y de Sucre. Una vez dentro, el mocochinchi combinado con singani sonreía desde la mesa. Después de saborearlo todos -en un tour rápido- conocían cómo es que la uva, tratada en una altura considerable, se convertía en la exótica bebida. Una piscina de uvas esperaba a ser pisada. Iban a ser las 17:00.

Para llegar a ella los convidados atravesaban una puerta gigante de madera que parecía salida de Hogwarts. Y más allá los viñedos se perdían en el horizonte. Una campana esperaba su turno. Antes una advertencia: “Solo las mujeres pueden pisar las uvas, porque sus pies son diferentes a los de los hombres”. “Ni modo”, parecían decir las caras de ‘ellos’.

Tenían que respetar la creencia ancestral. Las mujeres se deshicieron de sus tacos y se zambulleron en las uvas mientras unos danzarines se movían al son de la cueca. Unos minutos duró la locura hasta que Luis Pablo Granier (gerente de Casa Real) tocó la campana. Era el sonido inicial de la Vendimia 2019.

Cayó la noche. El chuflay brincaba junto a la cueca. Los dados se esparcían como las risas de los influencers. Ximena Zalzer no se soltaba de su amado Óscar Parada. Gley Salazar y Agustín Belforte se unían en un beso eterno.

Sebastián Putz paseaba su cabellera rubia (no estaba con él su novia, porque está en cinta). Ronico Cuéllar, sin pareja, bromeaba con otros famosos. Mónica García, Jimena Jiménez y Alison Roca destilaban sensualidad en su paso magnífico.

Más allá Romy Paz, Andrea Forfori, Úrsula Cabrera, Marco Gutiérrez y Daniel Ghetti se dejaban devorar por el ‘monstruo’ del singani, que no les daba tregua. Por segundo año, Casa Real brindó a las figuras populares una fiesta bien organizada y de alto nivel. Se trató de un convite único, otra vez exitoso y sin desmanes, en el corazón de Tarija. Muchos retornarán en 2020. Los esperará un amigo: el señor Singani.

Muy chic. Florencia Montes, Mayra López y Denisse Villarroel
Chicos. Salomón Arce, Joaquín Lea Plaza, Matías Kohlber, David Arce, Stephan Berch y Claudio Viena
Desde Santa Cruz. Marco Gutiérrez, Úrsula Cabrera, Wálter Antelo y Daniel Ghetti
Anfitrión. Luis Pablo Granier (gerente general de Casa Real) y su esposa, Camila Otero
Mediática pareja. Ximena Zalzer y Óscar Parada
La pasaron bomba. Romy Paz y Andrea Forfori