El príncipe se ha convertido en un esposo sobreprotector obsesionado con que no se repita la presión que sufrió su madre. Eso explicaría la crisis familiar que viven

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12 de diciembre de 2018, 9:00 AM
12 de diciembre de 2018, 9:00 AM

Desde hace dos meses, toda la prensa del Reino Unido y la de medio mundo habla de la enemistad de Meghan Markle con Kate Middleton y del carácter calificado como "tiránico" de la primera; también de cómo estas fricciones están afectando a la relación de Guillermo y Enrique de Inglaterra, hasta ahora dos hermanos muy unidos. En las últimas horas, una nueva información ha resituado toda esta historia convertida ya en un culebrón que engancha como todos los que tienen que ver con líos de familia.

Según revela Emily Andrews, una de las periodistas acreditadas ante el palacio de Buckingham, habría una explicación para las tensiones entre los príncipes: la obsesión de Enrique de proteger a su esposa para que no sea víctima de la presión que sufrió su madre, la princesa Diana, de las fuerzas vivas de palacio y de la prensa.

Enrique "no soporta ninguna crítica sobre Meghan", sostiene Andrews, quien afirma que fuentes de Buckingham informan de que el príncipe está muy marcado por la historia de su madre. "Enrique siente que no pudo proteger a su madre por lo que hace todo lo posible para proteger a su esposa. Es su forma de expiar su sentimiento de culpa. Es tan protector que a menudo ve críticas negativas donde no hay ninguna".

De hecho, estas críticas ya lo enfrentaron a su hermano cuando este, inicialmente, manifestó algunas reservas sobre Meghan tras reunirse con ella en el Palacio de Kensington cuando comenzaba su relación con Enrique. Este llegó a acusar a Guillermo de intentar terminar con su relación aunque, finalmente, el duque de Cambridge fue uno de los grandes valedores de su cuñada.

Por su obsesión de proteger a su esposa, por ejemplo, Enrique decidió instalar su hogar en Windsor, lejos de la corte y de la presión mediática. Además de acondicionar una vivienda cercana para su suegra que se mudará a vivir allí.

Las fricciones que están aflorando estos días dejan atrás otros momentos de complicidad fraternal. En el documental The Diana Story, Paul Burrell, el mayordomo de Lady Diana, revela, por ejemplo, por qué Enrique decidió darle el anillo de compromiso de su madre a Guillermo. Según su versión, después de la muerte de Diana, sus hijos se repartieron sus joyas, esperando algún día pasarlas a sus esposas o hijas. Guillermo quiso el Cartier, que su madre había recibido de su abuelo Spencer con motivo de su 21 cumpleaños, y Enrique se quedó con su anillo de compromiso aunque al final decidió dárselo a su hermano mayor para que se lo regalara a Kate Middleton.

El mensaje de este gesto lo contó Burrell así:  "El príncipe Enrique dijo: 'Recuerdo haber tomado la mano de mamá cuando era pequeño y ese anillo me hacía daño porque era muy grande. Pero luego pensó que lo mejor era que esa joya fuera para alguien que un día se sentará en el trono de Inglaterra, algo que su madre no pudo hacer".

Aunque es poco habitual que el nieto de Isabel II hable de su vida personal, en junio de 2017 lo hizo para confesar los duros años que vivió tras la muerte de la princesa Diana. En una entrevista al diario The Telegraph reconoció que vivió un periodo de “caos total”, y que no fue hasta los 28 años cuando se atrevió a buscar ayuda profesional.

Los duques de Sussex, en una fiesta posterior a su boda

"Mi forma de lidiar con esto era meter la cabeza en la arena, negándome a pensar en mi madre, porque me decía ¿en qué me puede ayudar? Esto solo me va a poner triste. No va a traerla de vuelta", dijo. A los 28 años decidió afrontarlo con ayuda profesional, después de que varias personas le incitaran, especialmente su hermano mayor. "Fueron 20 años de no pensar en esto y después dos años de caos total", dijo.