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29 de mayo de 2019, 4:00 AM
29 de mayo de 2019, 4:00 AM

Tenía los pies diminutos. Era solo un niño. Su instinto lo fue llevando poco a poco a la piscina y ¡splash! cayó a ella. Su pequeño cuerpo se sumergía y descargaba lágrimas de desesperación hasta que su mamá logró auxiliarlo.

Cuando tenía seis años, Sebastián estaba en la peluquería de la calle Colón. Pegó las puertas y cruzó la calle solo. Su mamá tuvo que romper el vidrio para ir a salvarlo. Sí, de nuevo.

Rosana Galarza es su ángel. Su cable a tierra. Ese ser tan querido que la vida le dio. “Es una confidente, una amiga... es mi todo”, expresa Sebastián. Y une: “Ella fue mamá soltera y Pippo asumió el rol de papá. Estoy agradecido con los dos”.

En este mes el joven, de 22 años, revela que ha sido muy inquieto en su niñez y que en innumerables veces su mamá lo sacó de apuros. Es su superheroína.

Foto Principal

Rosana Galarza - Madre

Sebastián Galarza - Hijo

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