Es una mujer sensual. Estuvo en ‘el ojo del huracán’ en internet. Es odontóloga, madre de dos niños y vive en Barcelona

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22 de abril de 2018, 4:00 AM
22 de abril de 2018, 4:00 AM

Jamás pasaría desapercibida, pues es una mujer muy sensual, de labios carnosos, mirada penetrante, curvilínea y con una cabellera castaña crespa que aumenta su atractivo.

Ella es Gabriela Catoira Toledo, una cruceña de 33 años, que durante una década, a principios del presente siglo, fue una de las magníficas más populares, hasta que un error, que ella asume, puso fin a su carrera como modelo.

Estaba casada y enamorada de Julio César Paz, tenía 22 años y la vida le sonreía. Un día una serie de fotos y videos íntimos con su esposo se filtraron y empezaron a circular por correos electrónicos.

Al principio el ‘mundo se le vino abajo’ a Gabriela y a su pareja. Fue criticada y condenada socialmente.

Se armó de fortaleza y dio la cara. Aceptó que fue un error de la juventud, pero que ya estaba hecho y nada se podía hacer. No se escondió ni se fue de la ciudad. Trató de que su vida siga adelante, le costó porque algunas personas la miraban como a un ‘bicho raro’, pero la mayoría, sobre todo su familia y sus amistades la apoyaron y le dieron mucho amor, y con ello siguió su vida.

Lo hecho tuvo algunas consecuencias, su carrera como modelo llegó a su fin, no desfiló más ni hizo sesiones fotográficas publicitarias.

Pero ‘ni modo’ dijo Gabriela, la vida continúa. Terminó la carrera de Odontología, hizo cursos relacionados con su profesión y se dedicó a su hijo, Sebastián Alonso Paz.

La relación con su esposo empezó a deteriorarse, aunque el escándalo mediático no fue el motivo, sino que cree que todo termina, y en su caso el fuego del amor se fue apagando poco a poco.

Se divorció en buenos términos y cada uno empezó una nueva vida por su lado, pero con un hermoso lazo que los une, el hijo que tienen en común.

 ¿Por qué te fuiste a España, no estabas bien acá?
Quise cambiar de aires y decidí dejar esta ciudad que amo, con la cual me identifico y a la que defiendo y promociono cada vez que puedo. Estaba bien, pero era necesario irme por un buen tiempo.

¿Y por qué a Barcelona?
Mi padre es español y tengo familiares allá, además me dio la oportunidad de conocer un mundo muy diferente y poder ayudar a un ser amado. Mi hermano Nicolás Catoira, de 17 años, tiene síndrome de Down y no solo lo cuido, sino que estoy aprendiendo sobre esa situación.

¿Qué estás aprendiendo?
De todo un poco. Soy madre a tiempo completo, pues vivo con mis dos hijos, Sebastián Alonso Paz, de 11 años, y Antonietta González, de seis. Acompaño a mi hermano a sus visitas médicas, lo llevo a su escuela y participo en la Fundación Síndrome de Down de Barcelona, en la que estoy aprendiendo a tratar a estas personas, que son iguales que nosotros, solo que tienen diferentes capacidades.

Y en el amor ¿cómo estás?
Bien, tengo una relación de casi 10 años con Anselmo González, padre de mi hija Antonietta.

¿Creés en el matrimonio?
Sí. Claro que creo en el matrimonio, aunque no todas las personas están hechas para estar casadas. Una de mis mayores aspiraciones es ver casados a mis hijos.

¿Un divorcio es un fracaso?
No. Yo me divorcié una vez y no me considero una mujer fracasada. Soy feliz, estoy plena en mi vida. Los seres humanos nos equivocamos, una pareja que ya no se ama ni se lleva bien, mejor es que se separe, y que cada uno lleve una nueva vida. ¿Quién dice que el amor debe durar 100 años?, puede ser que en un solo año se sea feliz, y hay que vivirlo con plenitud.

Recibiste dos golpes seguidos, tus fotos en la red y tu divorcio, ¿cómo lo superaste?

Los golpes que la vida me ha dado me han convertido en una mujer fuerte.

El robo y divulgación de fotos íntimas se ve con más frecuencia, incluso hubo famosas que han sufrido por esto...

Sí, y yo creo que la gente que hace daño en las redes sociales es morbosa y debe haber leyes que la castiguen. En algunos países las mujeres están protegidas de esto, pero todos los demás deberían implementarlas.

Actualmente muchas modelos y actrices se están animando a denunciar acoso sexual y hasta violaciones ¿Supiste de casos similares?
Por lo menos yo nunca vi nada raro ni me hicieron ofertas inadecuadas. 

¿Creés que hay prostitución en el modelaje y en los concursos de belleza? 
Creo que la prostitución está en todas partes y se esconde en los lugares menos pensados. A pesar de ello, afirmo que el modelaje es una profesión como cualquiera, y que depende de cada uno ejercerla con dignidad.

 ¿Volverás a Santa Cruz?
Claro. Esta es mi tierra y volveré con mis hijos. Extraño su clima, el Carnaval y a su gente.

Perfil

Gabriela Catoira Toledo
Nació en Santa Cruz de la Sierra el 11 de marzo de 1985. Es odontóloga con un máster en Salud Pública y un diplomado en Pediatría y Ortodoncia. Mide 1,68 m, se inició en el modelaje en la agencia Unique y desde 2005 fue magnífica. Es divorciada y actualmente reside en España, aunque no para siempre.

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