Según las normas de Kensington, los duques de Sussex no pueden quedarse con los obsequios que les envían marcas y desconocidos

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30 de mayo de 2018, 15:05 PM
30 de mayo de 2018, 15:05 PM

Tras la boda real entre el príncipe Harry y Meghan Markle, el Palacio de Kensington ha recibido 8 millones de euros (más de 9 millones de dólares) en regalos anónimos que la pareja ha tenido que devolver. 

Semanas antes de la boda, la Casa Real británica anunció que Meghan y Harry querían que sus regalos de boda fueran donaciones, pero, días más tarde, medios ingleses filtraron que la pareja creó una lista para familiares y amigos cercanos con piezas de decoración para su nuevo hogar. Sofás de lujo, cubertería, edredones, lámparas de diseño, entre otros. Todo de la firma Soho House, según cuenta The Times. Sin embargo, nada de esto ha podido llegar a sus manos por las normas de Kensington. 

"Por razones de seguridad, el Equipo de Correspondencia de la Reina no puede aceptar regalos que no hayan sido solicitados", dice la página web de Casa Real. "Los obsequios ofrecidos por personas privadas que viven en el Reino Unido y que no son personalmente conocidos por miembros de la familia real deben rechazarse cuando existan dudas sobre la procedencia o las motivaciones del donante".

El resto de donaciones que surgieron gracias a la boda sí han ido a parar a siete organizaciones benéficas que reúnen las causas que preocupan a la pareja: The Wilderness Foundation UK (por la conservación de la naturaleza salvaje), Surfers Against Sewage (igual, pero enfocado al mar), Scotty’s Little Soldiers (para huérfanos de soldados), Chiva (contra el VIH), Myna Mahila Foundation (por las mujeres desfavorecidas de Mumbai) y Street Games (programa centrado en conseguir que el deporte cambie vidas).