Tiene 29 años, con casi ocho de experiencia en la pantalla. Debutará en el programa el 15 de mayo 

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27 de abril de 2018, 4:00 AM
27 de abril de 2018, 4:00 AM

Nada de risas. Para él este cambio de casa televisiva es muy serio y lo obliga a ser más responsable en lo que hace: hacer reír a la gente. Ya venía en tratativas con la Red Uno hace mucho tiempo y fue el productor Hans Cáceres el que se encargó de concretarlo todo. Renunció a Cadena A y ayer firmó para reforzar el equipo de Bigote. Saldrá allí desde el 15 de mayo, entre las 16:00 y 17:40. 

¿Quién es él?
Ian Vega vino con un chip diferente en el cerebro. Siempre estuvo ligado al humor. Ese talento es innato. Fue (y lo continúa siendo) pupilo de Adolfo Mier Rivas en el Taller de Teatro del Humor de Chaplin Show. Se graduó y se quedó en el staff oficial. De eso ya hace 11 años. 
Ha mostrado un crecimiento increíble en los escenarios. Se abrió espacio entre los grandes actores de la compañía, Ernesto Ferrante y Hugo Daza, y estampó su propio sello con personajes que ahora la gente identifica en la TV y en los avisos publicitarios. De pronto no se quedó encerrado en el teatro.

Lo acogieron en Cadena A y pasó por un proceso diferente. Se levantaba muy de madrugada para conducir la revista matinal y se convirtió en una de las figuras centrales de Levántate Bolivia. Fueron siete años en el canal 36. También salió en Ojo al piojo y hasta el 10 de mayo conducirá Sonso y marraqueta.

Él dice que en la TV hay un aprendizaje constante. Y ahora lo que se viene es un segundo ciclo al que le pondrá más de esa energía infinita que posee. “Es un desafío grande (ser parte de Bigote). Tengo la ventaja de no actuar mucho en la TV, porque mi personalidad es así como la gente la ve, bien loca, y eso me ayuda mucho”, enfatiza.

¿Camino a ser una estrella?

No es una estrella y tampoco quiere serlo. Es demasiado humilde para llegar a eso. “La gente cree que mi trabajo es fácil, pero es más complejo de lo que creen. Hacer reír es cosa seria, no es chiste”, acota.  

Y continúa: “Había un mito de que nunca iba a poder dar otro salto, pero no fue así”. Ahora volverá a encontrarse con su público, pero desde la pantalla naranja. Y está dispuesto a recibir las críticas en las redes sociales. De todas ellas sacará lo mejor. Cree que “era la pieza que faltaba al rompecabezas armado por Carlos Marquina, Oriana Arredondo, Ezequiel Bazán, ‘Elu’ González y Gabriela Zegarra, que también vuelve. Sebastián Putz se quedará en Yingo. 

Y en esa línea de las críticas sobre la conducción de jóvenes para un televidente infantil  piensa que Bigote es un programa para todo público:
“La tele es como el amor, no hay edad, sino preguntale a Xuxa cuál es la edad adecuada para hacer programas para niños”.

“Yo soy actor, tengo personajes locos, la base para hacerte reír es entrar en lo ridículo. Por ejemplo, mi personaje del joven es ridículo, porque quién se dejaría el cerquillo así o tendría una sola ceja. Algunas veces hay que hacer cosas locas”, culmina.

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