Confesiones. La presentadora argentina Valentina Wehbe creció: tiene 20 años. Ahora trabaja en una revista matinal y actúa en el teatro. Quiere ser famosa

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19 de septiembre de 2019, 9:06 AM
19 de septiembre de 2019, 9:06 AM

Ocho años. Eso era lo que tenía Valentina Wehbe cuando pisó por primera vez un plató de TV. Era pequeña, pero con una personalidad arrolladora. En un año conquistó a su público, tanto así que los niños la reconocían en la calle para pedirle fotografías.

Doce años después de su primera experiencia, la presentadora argentina (radica en Bolivia desde hace 16 años) continúa en la pantalla chica, pero ya no hace shows infantiles. La rubia mostró a Sociales su fresca, osada y sensual figura. Continúa tras su sueño: ser famosa y está dispuesta a hacer todo para conseguirlo.

En la tele

Era una niña cuando vio un anuncio en la ‘caja boba’. “Queremos cumplirle el sueño a un niño”, decía la publicidad del programa. Muchos pequeños se comunicaron con el canal para pedir celulares y bicicletas, pero ella pidió un cambio de look. Y se lo dieron. En esa ocasión Valentina conoció el set de Reel y sintió que el sueño se le cumplió. No fue el corte de cabello, eran las luces.

Se desenvolvió tan bien en vivo, que al final del programa los presentadores le consultaron si quería hacer notas en la calle. “Entré. Acepté por amor al arte. En Navidad íbamos a los barrios humildes y tenía que lograr que la gente se pusiera sentimental, antes de darles los regalos”, recuerda.

En Reel estuvo unos meses y después ingresó al El circo de Narices durante un año. Gracias a este se hizo muy popular entre los chicos. “No tuve una niñez muy normal. Mientras los demás disfrutaban de los cumpleaños, yo estaba trabajando. Nadie me obligaba. Era mi sueño”, afirma.

Se dio una larga pausa, porque sus padres querían que disfrutara más de su adolescencia, pero sin trabajar. Fue hasta sus 17 años que entró como modelo a una red de TV. Allí pasó de desfilar a presentar las noticias en la revista de las mañanas. Eso por un año.

Estuvo sin trabajo hasta sus 19. Pasaba de un casting a otro casting y eso -para ella- era como ir de “decepción a decepción”. Así fue hasta que llegó 2018.

Ese año la invitaron en un nuevo canal. Y se quedó ahí. Ahora se ha convertido en la ‘chica del clima’, forma parte del equipo de la revista manital y conduce un programa de deportes. “No es fácil ni hablar de deportes ni dar el clima, pero me atrevo a los retos. Todavía no soy famosa, pero ahí voy, paso a paso”, dice.

El teatro

La actuación es otra de sus pasiones. Hizo talleres desde sus 13 años en Chaplin Show. Recientemente Sergio Mier la llamó para la obra Toc Toc, junto con Pablo Fernández y Ronico Cuéllar. No bromea. Va en serio. Y se atreve a lanzar: “Me seguiré preparando (como actriz) hasta aparecer en una serie de Netflix”. Poco a poco va labrando su camino. Estudia Comunicación Social. Está segura de lo que quiere. No volverá a Argentina. Ama Santa Cruz, aunque su familia esté lejos. Aquí quiere ser famosa y que la reconozcan como una mujer sexi, divertida y accesible. “Ya no quiero que me vean como la niña de la nariz roja. Soy una mujer auténtica y multifacética. Lo que tenga que hacer lo haré”, cierra. 

Antes. Cuando formaba parte de El circo de Narices