Concurso. El Reina Hispanoamericana 2018 se trasladó a la sede de Gobierno. Las recibió el vicepresidente y también fueron a Tiwanaku

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26 de octubre de 2018, 4:00 AM
26 de octubre de 2018, 4:00 AM

Una gran aventura. Eso fue lo que vivieron las 30 misses que pugnan por la corona del Reina Hispanoamericana 2018 en La Paz. Si bien el programa de actividades estuvo muy apretado, las chicas quedaron convencidas de que Bolivia será su próximo lugar para vacacionar.

Algunas de ellas estudiaron previamente sobre el país y otras quisieron que Bolivia las sorprendiera. Y así fue. Gracias a la magia de La Paz se olvidaron del frío y aprovecharon para retratarse en algunos lugares de la urbe.

Eso sí, algunas tuvieron inconvenientes con el mal de altura y sucumbieron ante él. Cuba necesitó oxígeno para seguir con la caravana y Nicaragua, Ecuador y El Salvador tuvieron que tomar analgésicos para combatir el dolor de cabeza. Eso duró pocos minutos, después siguieron firmes en sus actividades.

En el palacio

Pollo y una trucha tierna del lago Titicaca se sirvieron en el restaurante El Vagón del Sur. Y cambiaron sus outfits por unos trajes negros combinados con unas mantillas que Gloria Suárez de Limpias les obsequió a todas. Así, ya estaban listas para pisar la Casa Grande del Pueblo.

En el nuevo palacio no estaba el presidente, Evo Morales, pero sí el vicepresidente, Álvaro García Linera, que fue un buen anfitrión. “Qué tal si vamos al palacio viejo, les cuento la historia y luego volvemos al palacio nuevo”, les dijo la segunda autoridad boliviana. Y todas accedieron con mucho gusto.

Se enteraron de varios hechos históricos de Bolivia y posaron tanto en el hall central del Palacio Quemado como en el de la nueva obra, de 25 pisos.

Tuvieron un té en el salón del nivel 22 y no se fueron del lugar sin antes entregarle algunos obsequios. “Ustedes me traen cosas y yo solo palabras... Les prometo que haremos un almuerzo en Santa Cruz”, les dijo el ‘vice’.

Cuba le entregó a Linera un cuadro con la imagen del Che Guevara y Paraguay le llevó un libro. La representante boliviana, Joyce Prado, le dio unos recuerdos cruceños y España sorprendió al mostrarle un abanico.

Muchas lograron una selfie con Linera. Otras tuvieron que conformarse con un “Gracias” por la cortesía prestada. Pero todas se llevaron un grato momento a sus países.

Primera antesala

Ya por la noche, la mexicana Aranza Molina se embolsilló los dos títulos previos de la Gala de la Belleza. Gracias a su carisma fue miss fotogénica y su desenvolvimiento en el escenario también la hizo dueña de la banda de miss elegancia Face.

Todas desfilaron con la peculiar pollera de la chola paceña, elaborada por Rosmery Botello.

Otro paseo

Ayer, en la mañana, partieron muy temprano a Tiwanaku, el famoso centro arqueológico declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humidad. Testigo de una de las culturas más avanzadas del mundo y prueba de que los precolombinos tenían grandes conocimientos de arquitectura e ingeniería, además de mucho sentido estético.

Allí, las 30 misses hispanas volvieron a quedar admiradas frente a tanta belleza. Posaron en biquini y en trajes casuales.

Retorno

La tarde de ayer regresaron a Santa Cruz. Mañana se irán a Samaipata, otra de las joyas turísticas bolivianas.

La final del concurso será el sábado 3 de noviembre, a las 22:00, en el salón Sirionó de la Fexpo.

Favorita. Miss México, Aranza Molina, con sus bandas de miss fotogénica y elegancia
Admirada. La argentina María Irigaray quedó sorprendida con la belleza de La Paz
Risueña. Miss Portugal, Ana Rita Aguiar, con los Colorados de Bolivia
En portada. Las candidatas de Filipinas, Costa Rica, Honduras, Panamá y Argentina, en el corazón de la sede de Gobierno, la plaza Murillo
De paseo. Ayer, las candidatas estuvieron en Tiwanaku
Amigable. La chilena Camila Helfman, en el piso 22 de la Casa del Pueblo
Orgullosa. Florencia Barrios posa con la bandera de su país, Uruguay
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