La pérdida de dos embarazos puso de rodillas a Nicole Áñez (34),
Miss Litoral 2008, que se convirtió en devota de la Virgen para conseguir el milagro de la maternidad.

En medio de la pandemia, la exmodelo decidió honrar a la madre de Jesús y comenzó a pintarla, primero para adornar su casa y luego para que acompañe a otras mujeres. Para ella, no puede ser otra cosa que un milagro que después
de trabajar en unas 100 piezas, al fin aparezca el símbolo de positivo en su prueba de embarazo.

 No tenía ni la más remota idea de pintura, lo suyo era la asistencia
administrativa. Comenzó inscribiéndose a clases particulares e investigando sobre los trajes de la Virgen y sus advocaciones.

Decidida y habiendo descubierto su vena de artista se animó a abrir el taller Mater (madre, en latín), donde trabaja con figuras de yeso y escayola de María en todos los tamaños y modelos. Nicole, que en aquella época tenía seis años de casada y de buscar la maternidad, llevaba unas 100 piezas trabajadas cuando quedó embarazada.

“Había visitado varios médicos, pero no conseguíamos nada con mi esposo. Fue entonces que hicimos una promesa a la Virgen, y ella no tardó nada en cumplirme. Soy testimonio de su poder y su amor en mi vida”, expresa.

A pesar de que el embarazo transcurrió sin complicaciones, Máximo nació prematuro y permaneció internado en cuidados intensivos e intermedios durante su primera semana de vida. “Fue agónico, me desgarraba el alma. Ahí fue que doblé las rodillas y me aferré al rosario, que fue mi gran aliado en esos días de batalla”, confiesa.

Nicole y su esposo, Mauricio Landívar, no se movían del hospital mientras su pequeño luchaba por vivir. Ellos dicen que una vez más, por intercesión divina, Máximo salió de peligro en solo una semana. 

Hoy, su primogénito tiene seis meses y es un bebé fuerte y saludable. “Él nos dio una lección, quizás la más dura, para convertirse en la alegría de nuestros días”, agrega. 

 La feliz mamá le dice a todas esas mujeres que han pasado o están pasando por una situación similar que “Dios no improvisa, no pierdan la esperanza y trabajen en su conversión y sanación espiritual”.

 “El Señor actúa en sus tiempos no en los nuestros, él nos escucha. Cuando la ciencia dice que no, él dice que sí. Deben creer en los milagros porque de verdad ocurren”, manifiesta.

Nicole dice que si tuviera que regalar una de sus imágenes a alguna persona, lo haría a una mujer que esté pasando por una situación como la que ella vivió, pues conoce todo el dolor y desesperanza que se siente. “Sería como mandarle un pedacito de mi corazón para animarla a no perder la confianza y creer en las promesas de Dios”, dice.

 Hoy, la también artista disfruta de su familia y del trabajo que cada
vez aumenta. Ella cuenta que en su taller trabaja con 20 diseños,
con vistas de aumentar. Además, se convirtió en la directora y fundadora de Exposición Peregrina, un espacio donde se exponen artículos relacionados
a la fe,y la oración. La primera versión se realizará el 20 y 21 de diciembre, en Café Palermo.

Para la ex reina de belleza atrás quedaron los días de cámaras y
flashes, ahora está alejada del mundo de la farándula y dedicada
a su familia y trabajo. Asegura que eran otros tiempos y que ya pasó esa etapa. “Tengo hermosos recuerdos, muchas anécdotas con personas, lugares y culturas maravillosas que quedaron guardadas en mi corazón".