Cuando cursaba el último año del colegio (2011) en el colegio Marista no estaba decidida qué carrera universitaria seguiría. Luego escuchó el dictamen de su mente y de su corazón e ingresó a la Uagrm para estudiar Arquitectura.

“No me equivoqué. Empecé a amar mi carrera con el paso de los semestres y tengo la fortuna de ejercer una profesión que me encanta cada día más”, cuenta Ximena Jordán Suárez.

“Tengo 25 años y a pesar de ser muy joven me siento realizada”, expresa. Y otro aspecto que llena su vida es la pintura. Desde sus 13 años se dedica a este arte y se especializa en retratos al óleo, aunque ahora también trabaja con carboncillo sobre madera.

Su obra

Como arquitecta estuvo a cargo de la realización de Il pannetiere Crapuzzi, que es la nueva panadería de esta empresa cruceña, y también creó la heladería Dots y el boliche Kuka Bar.

Ximena trabaja de manera independiente. Tiene su estudio donde elabora sus proyectos arquitectónicos y pinta. Dice que sus dos pasiones laborales se complementan.

Seguirá trabajando, pero no olvida la constante capacitación. Cree que todos los profesionales deben actualizarse y que la Arquitectura es muy dinámica, gracias a que surgen nuevas corrientes y técnicas. En su currículum suma cuatro congresos internacionales que la ayudaron a expandir más su mente.

Su familia

Ximena es hija de los esposos Silvia Suárez y Jorge Jordán. Tiene tres hermanos, Luis Carlos (34), Jerjes (30) y Fernanda (19), quienes son su gran apoyo en todos sus emprendimientos.

Actualmente está soltera y comprometida solo con su trabajo, manifiesta.

Se declara una mujer feliz y plena, que aprendió de sus padres a superarse todos los días, a trabajar fuerte para alcanzar el éxito. Admira la labor que realiza su madre, Silvia, de defensa de los derechos humanos y, sobre todo, de las mujeres.

Ximena también se define fashionista, le gusta vestir impecable y moderna, pero tomando en cuenta lo que le favorece. Aunque no sigue necesariamente los dictámenes de la moda, pues cree que uno debe estar principalmente cómodo con lo que lleva.

Finalmente, cree que todos somos arquitectos de nuestro destino, que nada se da en la vida por casualidad, sino por causalidad.