Los médicos le dieron pocas horas de vida por una infección severa, pero su fuerza y fe vencieron los pronósticos

8 de enero de 2023, 10:00 AM
8 de enero de 2023, 10:00 AM

Es una mujer de acero; predica y practica la importancia de la vida saludable y el deporte, pero, aún así, una bacteria penetró en el organismo de Laura Donoso (45) y desató una septicemia que la atacó con tanta fuerza que puso
al límite su resistencia.


Desde julio de 2022, la expresentadora de TV, que además padece diabetes tipo 1, se recupera, tomando 15 tabletas diarias, privándose de muchos alimentos y cambiando por completo su estricta rutina, “ todo por salud”.

Como muchas enfermedades físicas, la suya también atacó la mente; la depresión tocó a su puerta y entró sin invitación. Con todo en contra, la también modelo fitness se levantó y espera que 2023 le traiga solo salud. 


“El 2022 me hizo entender la fragilidad del ser humano y, por
supuesto, la mía, que me consideraba una mujer fuerte”, reflexiona. La prueba más dura. 

La pesadilla de Laura comenzó en julio, en unas vacaciones familiares por Estados Unidos. Allí contrajo una infección que derivó en el shock séptico que dejó sus intestinos “sin flora y frágiles y delicados como papel”. “No podía comer nada porque los intestinos se podían perforar. 

Así estuve hasta el 1 de diciembre, con dieta especial y un montón de medicamentos que he ido disminuyendo”, cuenta. Hoy recuerda el terror que sintió al escuchar que un médico le dio unas cuantas horas de vida. 

En ese momento se resignó y perdió el conocimiento. Al despertar, supo que esta vez debería destinar toda su fuerza y constancia en salir adelante, y eso fue determinante. Una enfermedad silenciosa Se sentía plena y feliz con su vida disciplinada, pero, en un abrir y cerrar de ojos, todo cambió. 

No tenía fuerzas para nada; me sentía como si fuera un pedazo de tela que no se podía sostener y eso me deprimió”, confiesa.  "Si no hablás con alguien cercano o un terapeuta, hacelo con Dios, pero tenés que pedir ayuda”

La suya fue una depresión circunstancial, y parte de la terapia incluyó “llenarse de cosas positivas, leer chistes, escuchar música alegre y rezar
con fe y agradecimiento”. 

De la misma forma, la ayudaron y recomienda escuchar las prédicas de Joel Osteen y Dante Gebel para recordar que “Dios está en control de todo y que se debe confiar en él”.

Confiesa que su esposo, Jorge Méndez, fue el culpable de que sea una fanática de lo saludable ; ambos entrenan desde hace unos 27 años.

 “Me encanta entrenar, soy vanidosa, pero más que nada soy adicta a
la vida sana y disfruto del resultado”, asegura. Para Laura hacer ejercicio es su mejor medicina, le da paz y felicidad a su vida. “Entrenar es el nuevo elixier de la juventud".