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Liliana Castellanos despierta su conciencia ética en la moda
Talentosa. Pertenece a una familia tarijeña dedicada a la producción de vino. Ella decidió seguir su propio camino, el de la moda. Abrirá el BoMo otoño-invierno con un reclamo medioambientalista
PABLO MANZONI. FOTOS
Su nombre es un referente de la moda boliviana. Liliana Castellanos se ha ganado ese privilegio por su talento, perseverancia y su encanto como persona.
Cada vez que su nombre se anuncia en un evento de modas, genera expectativa, pues se sabe que se verá una grandiosa colección. Sus prendas son diferentes, pues mezcla los diseños modernos con cortes originales y la nobleza de los tejidos andinos, como la baby alpaca.
De los viñedos a la moda
Liliana es chapaca de pura cepa. Nació en la capital de la sonrisa hace 56 años y pertenece a una tradicional familia tarijeña dedicada al cultivo de uvas y a la producción de vinos, propietaria de la bodega Aranjuez.
La administración de la empresa familiar no era lo suyo, ella quiso seguir su pasión, la moda, aunque no se alejó del todo de los viñedos y de las bodegas.
Recuerda que su gusto por la moda se desató desde su infancia. A los cinco años dibujaba figuras femeninas con vestidos y jugaba con telas, agujas e hilos. Y más adelante no paraba de coleccionar revistas sobre las pasarelas mundiales.
Cuando le tocó escoger qué estudiar no lo dudó, seleccionó Diseño de Indumentaria y Arte Textil e ingresó al Instituto Francés-Italiano Delego & Lagarrigue, en Buenos Aires (Argentina).
Disfrutó su etapa de estudiante y trató de aprender todo lo relacionado con costura, corte y tratamiento de telas. Luego de concluir sus estudios estuvo en la casa Nina Ricci, una de las marcas de moda más importantes del mundo, donde trabajó como asistente de diseño.
La tierra llama y la familia influye. Liliana regresó en 1983 al valle tarijeño y abrió su atelier con la marca LC Collection.
Se casó, tuvo dos hijos, Carlos (37) y Gabriela Carvajal ( 36), y siendo joven enviudó. A los 34 años su vida cambió totalmente, pero tenía a su lado a su familia, que se convirtió en su pilar.
Cambios de aires
En 2001 Liliana Castellanos decidió mudarse a La Paz para desarrollar algunos proyectos pendientes.
Estudió la lana de los camélidos (alpacas, vicuñas y llamas) y se dio cuenta de que con ellas podía crear maravillas.
Y así fue. La chapaca afiancada se animó, se arriesgó y desde allá presentó su primera colección de abrigos, sacos, capas, vestidos y faldas elaboradas con baby alpaca, con diseños elegantes y modernos, que causaron sensación por su estética.
Santa Cruz, a pesar de ser una ciudad cálida, también la acogió y se convirtió en una de sus principales plazas. “Las cruceñas no solo son elegantes, sino exigentes con lo que escogen para vestir”, destaca.
De Bolivia para el mundo
En la actualidad, LC tiene una boutique en La Paz, un punto de venta en Santa Cruz y en las principales ciudades del interior trabaja con representantes, que ponen a disposición de sus clientes toda la variedad de prendas, lo mismo que en algunas urbes del exterior, principalmente en EEUU, como Nueva York, Los Ángeles, Washington y Miami.
Entre las personalidades que han vestido sus creaciones está el papa Francisco, que utilizó una de sus capas blancas.
En el BoMo
La pasarela del Bolivia Moda ha sido una de las mejores vitrinas para esta diseñadora y la acoge desde hace 15 años.
Liliana Castellanos estará a cargo de la apertura de la cita, el 8 de mayo, con su colección bautizada Conciencia ética, con la que reflexiona sobre nuestros malos hábitos en el planeta, nuestro hogar.
Adelanta que el negro será su bandera, que ha convertido en su sello, que usará la nobleza de las fibras de alpaca baby mezcladas con sedas naturales y que se inspiró en la silueta global, inclusiva y natural.