Preparados. De ellos depende el arreglo personal de las famosas bolivianas. Llevan años en el oficio. Conocelos

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26 de agosto de 2018, 4:00 AM
26 de agosto de 2018, 4:00 AM

Los cuatro tuvieron días grises. Los cuatro se enfrentaron a una sociedad machista para capturar sus sueños. Los cuatro forman parte de la nueva generación de estilistas en Bolivia. Y todos poseen un talento infinito. Álex Rojas, Javier Delgado, Jimmy Paiba y Roque Alvarenga han hecho de su nombre una marca y en sus manos recae un gran peso: el arreglo personal de modelos, misses, cantantes, divas, figuras televisivas, reinas carnavaleras y tantos otros personajes bolivianos. No les fue fácil escalar la cima del éxito, pero lo lograron y luchan día a día para seguir siendo los reyes de la belleza.

Tijeras

Ese día Álex Rojas salió de su casa y nunca más volvió. Canjeó Trinidad por Santa Cruz de la Sierra. Se fue persiguiendo su sueño. Siempre le gustó peinar, trenzar y cortar, pero sabía que si seguía respirando debajo de la sombra de su padre, jamás lo conseguiría. De eso hace 29 años.

Se alojó en la casa de una tía y comenzó a estudiar peluquería. Agarró una hoja de papel y les confesó a sus padres lo que había hecho. Desde Beni le reprocharon ese acto de rebeldía. Él les dijo que seguiría a su instinto. Una cuarta misiva le hizo saber que sus progenitores, al fin, le daban su venia.

Aún recuerda cuando los amigos de su papá le decían que su hijo era un maricón. Él jamás le pegó, pero cuando el alcohol abordaba su cuerpo, sí le escupía a la cara lo que le decían sus compinches. De eso hace mucho.

Parece ayer cuando deslizaba el peine en la cabellera de su madre a ocultas... ella siempre le guardó su secreto. Parece ayer cuando inauguró su salón y vio entrar por la puerta a su padre. Cuando este vio el talento de su hijo, se dio cuenta de que se había equivocado y hasta se dejó cortar por Álex. Siempre le decía a su señora: “No te vas a hacer peinar con otro que no sea tu hijo”. Esas palabras quedaron congeladas en el tiempo, porque hace 15 años una embolia lo arrancó de la Tierra.

Secadoras

Siempre era lo mismo. “¡No quiero tener un hijo gay en la familia!”, le gritaba su papá. Pero él no lo escuchó. A Javier Delgado le parecía divertido pringarse de carpicola y usar mucho acrilex. También hacía trenzas con yute. Un día su mamá necesitaba que alguien le hiciera una trenza. “Yo puedo hacerlo”, saltó Javier. Ella miró al adolescente, de 17 años, y con extrañeza lo permitió. Y se fue boninga a su buri.

Un año después de eso Javier entró a una academia de belleza, pero jamás se lo contó a su papá. Su ‘viejo’ quería que Javier se especializara en leyes y justicia, pero pudieron más los peines. Su madre siempre fue su cómplice en esto que parecía una locura. Pronto se graduó con honores. Y habría deseado que sus padres hubieran podido ver su crecimiento. No pudieron. El cáncer se los llevó.

Brochas

Era 1995. Un paraguayo atravesaba la frontera caliente. Su nombre: Roque Alvarenga. Llegó a Bolivia por invitación de una empresa de jeans y era el encargado de ventas. Pero eso no era para él.

En Asunción se había dedicado a bailar y actuar. Le gustaba tanto que aprendió maquillaje teatral para la televisión y apareció en varias obras. Ya en Santa Cruz sacudió sus conocimientos y demostró de lo que era capaz de hacer para el Carnaval cruceño. Eso gracias al impulso de su amigo ya extinto, Carlos Ojeda.

Pronto corrió la voz de que Roque era muy bueno en lo que hacía y Gloria Suárez de Limpias lo mandó a llamar. Y una vez que entró a Promociones Gloria, jamás salió. De eso hace 21 años. Hoy, Roque es el maquillador oficial de la agencia y una vez tuvo que dejar a sus padres en casa para entregarse a su pasión. Nunca los descuidó, pero hubiera deseado pasar más tiempo con ellos. Ahora es imposible. El cáncer de estómago le quitó el aliento a su papá y la leucemia fue letal para su mamá.

Polvos

El papá de Jimmy Paiba no aprobaba que este fuera estilista. Pero su mamá sí. Él estudiaba RRPP cuando le propusieron que fuera asistente de producción de Unitel. Pero una cosa llevó a otra. En ese entonces Chicho Rosas se encargaba del arreglo personal de la gente de Decibeles, pero cuando se estrenó Operación Fama no abasteció y le pidió a Jimmy que lo ayudara.

Paiba solo sabía poner base y polvo, pero poco a poco comenzó a encontrar la magia gracias a su mentor, Chicho. Al pasar de los años Pablo Manzoni lo contrató como estilista oficial de Las Magníficas. De eso hace 13 años. Dejó la red roja y saltó a PAT. Fue hace 11. Ahora su progenitora es secretaria jubilada y a su padre no le puede contar lo bien que le ha ido en este oficio, porque una cirrosis terminal acabó con él hace cinco inviernos.

Extensiones

De una forma u otra esta nueva generación de estilistas fue encontrando su camino al éxito. Y los cuatro viven de su oficio. Al comienzo todos encontraron en los peines y en los tintes un escape a sus problemas, pero después hallaron en ellos su verdadero rol en este mundo.

Álex, Javier, Roque y Jimmy son respetadísimos estilistas en Bolivia. Y los cuatro peinan a grandes figuras bolivianas, como Desirée Durán, Sandra Parada, Jimena Antelo, Sissi Áñez, Carla Morón, Verónica Larrieu, Anabel Angus e inclusive a Gladys Moreno –en el caso de Javier Delgado– y a varias chicas que pasaron a la historia como miss Universo, en el caso de Roque Alvarenga.

Quizá Jimmy se pudo haber dedicado a las Relaciones Públicas. Quizá Álex se hubiera dedicado al Derecho Internacional o Roque hubiese llegado a ser periodista, otra pasión. Todo eso quedó en el intento.

Delineador

Los cuatro no piensan ‘colgar las brochas’. Los cuatro son ‘estudiados’ y nunca les falta un viaje de especialización para aprender una nueva técnica de arreglo. Son inquietos y entregados a su oficio todo el tiempo.

Ninguno es casado. Y Jimmy es el único que quiere llegar al altar. Los cuatro no tendrán hijos. Y no quieren tenerlos tampoco. Aman y se divierten con lo que hacen. Tienen infinitas anécdotas... alguna vez erraron en el proceso del peinado, cambiaron el color de tinte o se equivocaron de pestañas, pero siempre –con ingenio– supieron salir del paso.

A sus 16 años Javier se paraba detrás de un poste y espiaba a ‘Pippo’ Galarza para aprender su arte. Ahora tiene su salón propio al igual que Álex. Jimmy prefiere atender a domicilio a sus ‘niñas’.

A los cuatro les ha tocado clientes complicadas y muchas veces tuvieron que hacer de siquiatra, pañuelo de lágrimas, amigo y hasta guía espiritual. Si sus peines hablaran, sería tremendo, porque hasta de chismosos los han tildado. Y eso es un mito, dice Jimmy. Los cuatro se ven peinando hasta cuando sus canas blanqueen sus cabezas.

Paraguayo Roque Antonio Alvarenga Domínguez tiene 51 años. Es maquillador desde hace 21
De raíces chiquitanas Jimmy Alexander Paiba Poquiviquí (32) tiene 15 años como estilista
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