El cantautor argentino habló con Sociales&Escenas del momento que vive, de las cosas que lo maravillan y de su nuevo disco. Cantará en Santa Cruz el 17 de mayo

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29 de abril de 2018, 4:00 AM
29 de abril de 2018, 4:00 AM

Cuando la vida te sigue sonriendo, a pesar de los golpes y caídas, ser un agradecido es una virtud. Y Luciano Pereyra no es solo un agradecido, es también una persona que día a día honra la palabra vivir, a través de su actitud y de su visión de las cosas expresadas en su arte: la música.
La vida al viento, su última producción, editada en 2017, se ha convertido en un símbolo del momento especial que vive el artista. El disco ha sido certificado doble platino en Argentina y acaba de ser nominado a seis premios Gardel (los máximos galardones en el área musical del vecino país) junto con Random, de Charly García.

La placa también le ha permitido ir de gira a Estados Unidos, por primera vez en 20 años de carrera; asimismo, lo ha llevado a estrechar lazos con cada vez más artistas consagrados. 

El argentino quiere compartir esta alegría con el público boliviano. El concierto del jueves 17 de mayo en el salón Guarayos de Fexpocruz será una buena oportunidad para ello. Las entradas están a la venta en el mall Las Brisas y en Cine Center. Los precios son Bs 750 (oro), Bs 500 (plata) y Bs 250 (bronce). Posteriormente, el intérprete de Sin testigos, Desde que tú te has ido y Donde hubo fuego, llevará su música a Tarija (18) y a La Paz (19).

 ¿Qué significa para vos La vida al viento?
Significa mucho trabajo y mucha felicidad. Me pone muy contento que la  gente haya recibido tan bien este disco, que me ha dado tantas satisfacciones y quiero cantarlo a la gente de Bolivia.

En la producción general se nota la mano del colombiano Andrés Castro, alguien que conoce del asunto. ¿Cómo calificás su trabajo?
Excelente, porque no solo es un gran músico y un gran productor, sino porque también es una gran persona. Cuando trabajás con amigos y con gente que querés, se lo pasa muy bien y el trabajo es mucho más agradable. Trabajar en un ámbito de armonía, como el que logramos con Andrés y con otros productores y compositores, fue maravilloso. 

¿Qué valor le das a un disco como parte del proceso? 
Es un documento musical de gran valor, es algo que queda de por vida. Una vez que lo grabaste y estás contento con el resultado, eso es fantástico, pero cuando sabés que le pusiste mucho amor y pasión a lo que hiciste y te das cuenta de que se parece a  lo que soñaste y ese sueño se hace realidad, eso es una bendición. 

¿Disco físico o digital?
Los dos son válidos. Si tengo la posibilidad de encontrar un disco físico, me gusta ir a buscarlo, conseguirlo, tenerlo en mis manos, palpar ese trabajo que le costó al artista y a toda la producción, desde la fotografía y los textos hasta el diseño. Pero bueno, sabemos que hoy en día la manera de adquirir música ha cambiado y tenemos que adaptarnos a estos tiempos. Es una manera valedera. La música va a seguir siendo música. Lo importante es escuchar lo que te gusta. 

Tomando en cuenta que te diste a conocer por tus raíces folclóricas, a la vez que explorabas otras vertientes, como la balada y la música pop,
¿cómo te definís como artista?
Una mezcla de todo eso. Haciendo música con las cosas que suenan cada día, uno se va nutriendo de los nuevos sonidos, ritmos y géneros, pero siempre manteniendo la esencia folclórica, que me acompaña desde un comienzo. Eso forma parte de esta nueva propuesta discográfica, que cuenta con un sonido muy moderno, pero también hay charangos, sicus, quenas, bombos y todos esos instrumentos que salen de nuestras raíces.

¿Cuál es el valor del folclore en estos tiempos?
El folclore es parte de la identidad y de la esencia musical de cada uno. Vos en Bolivia tenés tu folclore, yo en Argentina el mío, en Uruguay el suyo. Lo importante es que la música te da la posibilidad de poder mezclar las cosas que nos identifican, porque todos tenemos algo en común. Hoy en día la música está mucho más globalizada y me parece fantástico tener la oportunidad de juntar todos estos elementos, que son propios de cada país. 

Acabás de concluir una gira por Estados Unidos, la primera en 20 años de carrera. ¿Qué sensación te dejó?
¡Imaginate!, después de 20 años de años de carrera y de giras por todas partes,  tener ahora la oportunidad de poder hacer una gira por primera vez por EEUU es algo maravilloso. Haber hecho conciertos en Nueva York, Nueva Jersey, Los Ángeles y Miami, y de repente ver banderas de tu país y de otros países hermanos latinoamericanos, fue algo muy emotivo para mí. Disfruté mucho de esta experiencia. Estoy agradecido a toda la gente que nos apoyó, de tal forma que ya se está hablando de una nueva gira por otras ciudades. También estuvimos visitando México y luego nos veremos en Bolivia.

¿De qué otras disciplinas te nutrís como complemento a tu faceta artística?
Hay una disciplina muy maravillosa, que me sirve mucho para componer y para hacer música, que se llama vivir. Y se trata de no perder ningún capítulo de eso, porque es muy importante. Al vivir uno va juntando las experiencias y las puede expresar en las canciones. Del resto, dentro de la vida me gusta disfrutar de salidas al aire libre, de poder hacer deportes, de estar con la familia, puesto que es muy poco el tiempo que tengo para estar con ellos por las giras. Pero lo fundamental es disfrutar de la vida. Esa es una decisión. 

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