Mariam Suárez ya es la Reina de Santa Cruz, después de su coronación de este viernes en la serenata al departamento, que este 24 de septiembre celebra 212 años de vida independiente.

Mariam, de 20 años, nacida en Roboré, recibió la corona  del alcalde Jhonny Fernández, y el cetro del presidente del Concejo, Israel Alcócer, en una velada caracterizada por la alegría y el festejo. La joven entró al escenario al ritmo de Viva Santa Cruz y con el mismo tema fue coronada.

"A nombre de todo el pueblo cruceño quiero coronarte reina de Santa Cruz", le dijo el alcalde, mientras le ceñía la corona. Le encomendó la tarea  de la solidaridad, con visitas a hospitales, centros de adultos mayores y de personas con discapacidad.

"Es un honor que nunca imaginé tener. Espero estar a la altura de este reto y representarlos como se merecen", señaló Mariam I, a tiempo de agradecer la distinción.

El Arenal, como tradicionalmente lo ha hecho, fue el testigo de esta nueva coronación, que congregó a cientos de ciudadanos que esperaban conocer a su soberana, y las reinas de los distintos distritos municipales, que conformaron la corte de la flamante reina. Andrea Ortiz, su predecesora, también se hizo presente para despedirse de los cruceños.

A las 20:00 comenzó la verbena, con las voces de Fátima Trujillo y Chichita Vega.

A su turno, el Camba Aguilillo declamó un poema y,  al finalizarlo indicó: “En honor a la reina me daré un clavao”,  y así lo hizo, entró en la laguna del parque, cuyas aguas le llegaron a la cintura.

Lo siguiente fue la Epopeya de la ciudad caminante, el espectáculo que congregó a las cantantes Guísela Santa Cruz, Alenir Echeverría, Iciar Díaz y Sonia Barrientos, además de otros artistas. 

Bailarines del ballé Cupesí mostraron su arte al ritmo de música oriental, como chovena, taquirari y carnaval, en un recorrido por la historia cruceña, preparado por Ernesto Rodríguez, y con la voz de Julio Alberto Abraham y posteriormente, acompañado de Reyes Seleme.

Mariam lució un vestido de Rodolfo Pinto y, como es tradición, su arreglo personal estuvo a cargo del salón Pippo, peinador de reinas, responsable de la organización, a la cabeza de Sebastián Galarza, hijo del fallecido Pippo.

El público llegó en familia y se congregó en el parque El Arenal y se acomodó en sillas si estuvo temprano, o se quedó de pie si llegó más tarde, para apreciar lo que sucedía en la isla: el espectáculo y la coronación de Mariam I.