“Mi madre me enseñó el camino, pero fui yo quien decidió mi destino”

Son seis historias de hijos y madres, muy diferentes pero unidos por un hilo conductor muy parecido, que es la influencia que ejercen, a veces sin querer, las progenitoras en sus descendientes.

Todos coinciden en que nacieron y se criaron en un ambiente de trabajo familiar, y aunque no les sugirieron ni obligaron a seguir el mismo camino, ellos, libremente, decidieron continuar los pasos de sus madres.

Las diseñadoras Fiorillo, las pasteleras Jessen-Anglarill, los decoradores Rivero, la reina de belleza Tufiño, el nadador Quintanilla y la presentadora de TV Zambrana dicen que quieren ser como su madre, claro, pero con su propia identidad.

Dicen que sin el incentivo que recibieron de sus progenitoras, a quienes vieron en ese oficio desde chiquititos, no habrían llegado hasta donde están ahora. Reconocen con orgullo que ellas son el espejo en el que se miran todos los días.

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Consuelo Bonacelli -   Diseño De Modas

Paola y Carla Fiorillo nacieron entre telas, hilos y agujas. De su madre, Consuelo, heredaron el gusto por la moda. Dicen que nunca las obligó a trabajar en la costura, pero cuando tuvieron que escoger una profesión, no dudaron en dedicarse a la confección de ropa.