Regreso. Vanessa Vargas compitió durante un mes en China por el título de Miss Mundo. Dice que fue duro, descansando cinco horas diarias, pero gratificante

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12 de diciembre de 2018, 4:00 AM
12 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Está de regreso y, aún sin la corona del certamen, está satisfecha. La miss Bolivia Mundo 2018, Vanessa Vargas Gonzales, culminó su participación en el Miss Mundo, realizado el fin de semana en China, y hoy evalúa la grata, pero exigente experiencia que vivió al otro lado del mundo.

Tras 40 horas de viaje y un mes de certamen, ya en su natal Cochabamba, analiza la difícil competencia en la que se enfrentó con 117 participantes de todo el mundo y en la que llegó a dormir solo cinco horas diarias.

“Fue un mes durísimo, con muchas exigencias, que iban desde la alimentación hasta las horas de descanso. Sin embargo, creo que respondí acorde con las exigencias, aunque eso no bastó para el jurado”, sostiene.

El certamen de belleza, que se caracteriza por calificar la belleza integral de las participantes, coronó como la nueva miss Mundo a la mexicana Vanessa Ponce de León.

La miss y las redes sociales

No quiere justificar los resultados. Los acepta con humildad, pero cree que pudo tener mejor suerte si la población la hubiera apoyado en las actividades previas, especialmente en la votación mediante internet.

“Creo que en estos concursos, además de belleza integral se requiere un aliciente más que te dan las redes sociales, y esa fue una de mis flaquezas, pues Bolivia no es un país que siga de cerca los concursos”, sostiene.

Bolivia obtuvo el 00,6% de la votación, uno de los números más bajos, un caso muy distinto al de Nepal, que registró más del 30%.

“Muchas de las más votadas quedaron finalistas o hicieron eco de sus proyectos, lo que lamentablemente no pasó con Bolivia”, expresa.

Tomando impulso

Ni ella ni su proyecto vencieron, pero ambos siguen firmes. Seguirá adelante con su plan de ayudar con talleres motivacionales a mujeres que sufren violencia física y sexual y buscando fondos para ayudar a niños enfermos de cáncer en Cochabamba.

“Seguiré adelante. Mis proyectos van más allá de una corona. Continuaré con mi vocación de ayudar a los más necesitados”, dice la miss, que también planea retomar sus estudios de Arquitectura.

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