El estilista boliviano realiza un tratamiento médico desde hace nueve meses. Dice que "está bien". Sufre de insuficiencia renal 

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8 de julio de 2018, 12:28 PM
8 de julio de 2018, 12:28 PM

Sigue fuerte. Pippo Galarza es de esos hombres que jamás se rinden. Silenciosamente continúa peinando a sus amigas (como llama a sus clientes) y a la vez cumple con un tratamiento médico al pie de la letra -como él dice- y le contó a EL DEBER que "está bien".

El consagrado peinador de reinas, con 50 años de trayectoria, sufre de insuficiencia renal y ha tenido que cambiar de alimentación e incluso dejar de consumir azúcar. Su dieta va desde verduras cocidas, frutas y otros alimentos ricos en proteínas. Desde hace nueve meses el conocido estilista, de 73 años, ha pasado por al menos 150 diálisis, tres por semana, y dice que "encontró otra forma de vivir".

"Voy regularmente a los controles y he hallado otra vida. Cuando estoy donde el doctor Herland Vaca Díez me encuentro con mis amigos y cuando ya no voy nos extrañamos. Si antes pensé que se me había acabado mi cuarto de hora de vida, ahora encontré otro cuarto más", manifestó.

Pippo reveló que una vez se descompensó porque se elevó demasiado su azúcar y tuvo que usar una vieja silla de ruedas que tiene guardada en su casa. Pero desde ese entonces se cuida "mucho" para no dejar lo que tanto le gusta hacer: peinar a reinas de belleza.

Su hijo, Sebastián Galarza, ya aprendió a cortar, maquillar y realizar tintes, y ya está conociendo el arte de hacer moños (una de las grandes especialidades que tiene Pippo). También es fotógrafo. Ahora él y su papá son los encargados de la próxima coronación de la reina de Santa Cruz, cuyo título cayó en la modelo y conductora de TV, Nicole Rossell.

Por cierto en estos días la soberana visitó a su mentor en la clínica y le llevó unos gratos minutos de alegría. Le dijo que se mejore para el evento de septiembre y que ella estará lista para que le realice un peinado especial para esa noche.