Delicado. El peinador de reinas sufrió una descompensación hace un par de semanas. Comenzó un tratamiento médico

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11 de junio de 2017, 4:00 AM
11 de junio de 2017, 4:00 AM

Pippo está enfermo. Quizá siempre lo estuvo, pero jamás quiso hablar de aquello. Ahora, más tranquilo, le confesó a Sociales&Escenas que tiene diabetes avanzada y debe cuidarse, aunque su espíritu inquieto aún no se lo permita.

Todo sucedió hace un par de semanas cuando se descompensó y asustó a su familia. Desde ese momento tuvo que escuchar los consejos de su hermana Roxana Galarza y recurrir a un tratamiento médico. 

El médico le dijo que su azúcar está controlada y debe dejar de ingerir alimentos que sean dañinos para su diabetes. Así que ya dejó de consumir sal y azúcar. Solo puede comer verduras, frutas y ese locro que tanto le gusta, pero sin sal; tampoco puede tomar café ‘cortao’, a pesar de que este sea uno de sus mayores deleites en la vida.

Pippo también perdió casi 10 kilos y ahora debe dormir más, aunque no le guste hacerlo. Tiene los pies hinchados, y aunque muestra un semblante cansado sigue atendiendo a sus amigas (como llama a sus clientas).

Él dice que seguirá con vida hasta cuando Dios quiera. Tiene su fe depositada en él y en la Virgencita de Cotoca. “Me siento mejor y recuperado... quiero que Santa Cruz me recuerde como el consagrado peinador de reinas. Y si Dios me diera la oportunidad de nacer de nuevo, volvería a ser Pippo”, señala.

Ya hay heredero 
El hombre, de 71 años, tiene todo controlado. Dice que su ‘emporio’ será para su hermana, Roxana, y para su hijo, Sebastián. Incluso este último ya le sigue sus pasos y hasta le está robando clientela.
El joven, de 20 años, estudia Derecho y en sus ratos libres ayuda en el salón de la avenida Ejército Nacional, al frente del colegio Cristo Rey. Aún no le sale el peinado de sombrero, que hizo famoso a Pippo, pero seguirá practicándolo.
Dentro de poco su mentor deberá volver a peinar a María Fernanda Castedo y allí Sebastián aprovechará para seguir de cerca el proceso del peinado. Él, según Pippo, será el nuevo creativo de la cabellera.

Piensa en la coronación

Como nunca descansa, a pesar del pedido de su médico, Pippo le reveló a EL DEBER que ya tiene reina de Santa Cruz e incluso la temática del evento, que será el 23 de septiembre como serenata a la ciudad. Promete que pronto dará el nombre de la elegida.

En 2016 fue declarado Hijo Ilustre por el Concejo Municipal y también cumplió 50 años en el oficio. “Pensé que ya me iba, pero todavía tengo otro cuarto de hora gracias a Dios”. Y se prepara para peinar a la diseñadora Érika Suárez Weise en su boda, así como peinó a su madre hace 31 años. 

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