Pamela Justiniano recibió la tiara en el cambódromo ante miles de personas, en medio de un espectáculo de dos horas. Ninguna cadena de televisión se arriesgó a una cobertura completa

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19 de febrero de 2017, 10:30 AM
19 de febrero de 2017, 10:30 AM

Tuvo un sabor diferente, a pueblo. La coronación de Pamela Justiniano Saucedo  se desarrolló por primera vez en un escenario abierto, el cambódromo, entre quinto y sexto anillo.


Los Chabacos tuvieron de su lado el clima, porque la lluvia solo quedó en amenaza, aunque quedó pendiente la puntualidad. La invitación era para las ocho de la noche, pero el espectáculo arrancó a las diez. El público y las reinas demoraron en arribar al lugar.


Reyes Seleme, el animador, con ayuda de Creatilokos, interactuó por un buen rato con el público, repartiendo regalos y cotillón, como preludio del show Deja vú de Carnaval, que se prolongó por una hora y 15 minutos, y que tenía como objetivo principal exaltar la identidad del Carnaval de calle. “Los parqueos son para los autos”, fue una de las consignas.
Pablo Fernández, ‘Ronico’ Cuéllar y Ronald Valverde, dirigidos por Yacú Serrano, viajaron en el tiempo desde la fundación de Santa Cruz hasta el año 2050, augurando la muerte de la esencia festiva. 


Contrario a lo anunciado, no asistió el alcalde Percy Fernández, y la corona fue impuesta por la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, que destacó el lugar: “El cambódromo es Santa Cruz”, dijo, y mencionó la asistencia de 40.000 personas, aunque la organizadora, Lola Group, habló de 15.000.


Después de la coronación desfilaron cuatro decenas de soberanas, encabezadas por la infantil, la de antaño y las que representaban a las comparsas aspirantes a coronar en 2018. El show cerró con Bonny Lovy, que junto a Pamela subió a niños a la tarima.
Por primera vez en casi 30 años, ninguna cadena de televisión apostó por la transmisión en vivo del evento. La apertura de difusión impidió cualquier tipo de exclusividad.

 

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