El hijo de los duques de Sussex tendrá doble nacionalidad -británica y estadounidense- por lo que deberá demostrar que cumple con sus obligaciones tributarias en el país estadounidense

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16 de abril de 2019, 17:03 PM
16 de abril de 2019, 17:03 PM

Faltan pocos días para que el bebé de Meghan y Harry llegue a este mundo y no solo los fans de la realeza lo esperan con ansias, sino que también el fisco de Estados Unidos. 

Debido a que el bebé de Meghan y Harry tendrá doble nacionalidad –británica y estadounidense– las autoridades recaudadoras de impuestos en el país del norte están alerta. 

“Cuando uno de los padres es estadounidense y residió en Estados Unidos por cinco años, de los cuales al menos dos años después de cumplir los 14, el bebé automáticamente es ciudadano”, explicó David Treitel, fundador de American Tax Returns al diario El País.

“Este es el caso de Meghan”, dice Treitel, destacando que es la primera vez que esto ocurre en la familia real británica. 

El bebé de los Meghan y Harry, y sus obligaciones

El bebé de Meghan y Harry, al tener la nacionalidad estadounidense, tendrá que cumplir con una serie de condiciones como ocurre con cualquier persona de ese país que nazca, crezca y muera en cualquier parte del mundo. Por lo que el hijo de los Duques de Sussex, año tras año, deberá mostrar al fisco de su país que cumplió con sus obligaciones tributarias.

Así todo el dinero que sus padres depositen en bancos a nombre del heredero de Meghan y Harry desde el momento mismo de su nacimiento para su futuro deberá ser declarado ante el fisco estadounidense.

¡Adiós a la privacidad! 

De acuerdo a David Treitel el fisco estadounidense “logrará saber mucho más sobre la riqueza de la pareja” con las declaraciones de la madre y del bebé.

“Va a llegar a Estados Unidos mucha más información”, expresó.

Incluso los padres del 'royal baby' deberán declarar cualquier regalo valioso que le sea dado al hijo de Meghan y Harry, pues así lo demanda el fisco estadounidense.

“Imaginen que la reina obsequia al bebé un hermoso y especial libro de arte de la colección real, con pinturas de Van Gogh o Miró. Si el regalo vale más de 100.000 dólares deberá comunicarlo”, explicó Treitel.

Pero si otro estadounidense es quien hace el obsequio, tal como los que le dieron en el baby shower que Meghan Markle tuvo en Nueva York a mediados de febrero, no tendrán que ser registrados, asegura el experto.

La solución a este dilema es muy simple, Meghan Markle puede renunciar a su ciudadanía estadounidense para evitarse muchos dolores de cabeza.

Sin embargo, de hacerlo, de cualquier manera deberán presentar declaraciones de impuestos de su hijo hasta que cumpla 18 años.