La fiesta grande se celebra en todas las provincias de Santa Cruz. Desde la Chiquitania, hasta los Valles, y desde el Norte Integrado al Chaco. Allí no falta una tamborita o una banda, una comparsa, un grupo de amigos o de parientes, que hacen un alto en sus actividades cotidianas para celebrar a lo grande el Carnaval.

En cada lugar el festejo tiene sus propias características, y lo que tienen en común es que en todos los pueblos existe una reina, y es la figura central de la fiesta.

La soberana es nombrada por una comparsa o la Alcaldía, y es coronada en una fiesta popular. Ella asiste a todas las celebraciones y preside el corso. 

El único lugar donde la reina es elegida en concurso público, entre las soberanas de comparsas, es Vallegrande.

La soberana en su coronación y el corso luce su mejor vestido, majestuoso y colorido. 

Las plumas y los brillos han desplazado poco a poco a los sencillos tipoyes de antaño, siguiendo la tendencia de los trajes carnavaleros de la capital cruceña.

La reina representa a la alegría del Carnaval del pueblo, todos quieren verla y saludarla, y como estamos en tiempos de modernidad, tomarse una selfi con ella.