Convencidos de que la noche de  Año Nuevo debe ser inolvidable, cientos de grupos de amigos y de familias se dieron cita en la terraza del hotel Radisson, con una espectacular vista, para darle la bienvenida al 2018.

Un conjunto musical animó la fiesta con los éxitos del momento y, como es tradicional, también sonó música cruceña. No dejaron a nadie sentado.

Un bufé de comida internacional deleitó los paladares de los asistentes, que a su llegada recibieron una copa con 12 uvas, una cábala para atraer la buena suerte durante el nuevo año.

Al llegar a la medianoche, las voces se unieron al unísono para darle la bienvenida al 2018. Una explosión de fuegos artificiales iluminó el cielo y encantó a todas las personas que, además de los abrazos y los buenos deseos, tomaron sus celulares para inmortalizar el maravilloso momento.