Un año de noviazgo bastó para que Henry Justiniano y Juany Barboza decidieran unir sus vidas para siempre. La pareja contrajo nupcias en la iglesia San Andrés y las celebró con una fiesta al lado de su familia y amistades. 

La recepción social tuvo lugar en el salón de eventos Sakura,  que fue ambientado con un estilo vintage para acoger a los 150 invitados.

Antes de la diversión hubo un brindis, encabezado por Henry, que reiteró su promesa de amor a su amada y además le dedicó la canción Te amaré toda la vida, de Javier Solís. Esto dio paso a la cena y después al baile, con el ritmo de la orquesta Cero en conducta.