Un adiós increíble. La diseñadora de modas Keny Gutiérrez entregó una colección fabulosa. Fue un cierre por todo lo alto

El Deber logo
14 de mayo de 2018, 8:48 AM
14 de mayo de 2018, 8:48 AM

¡Qué final, señores! Y gracias a un solo nombre: Keny Gutiérrez. Se había tomado una pausa de tres años y, esta vez, la célebre diseñadora boliviana decidió volver a su casa, el Bolivia Moda. Lo hizo como una grande. Con su sublime colección de 30 prendas la creativa embrujó al público y elevó la pasarela más importante del país hasta el firmamento. Fue una probada bien cargada que se transformó en una Sobredosis (como se llamó la presentación) de prendas sueltas con cortes perfectos y una combinación fabulosa para usar en este otoño-invierno que poco a poco viene llenando de aire gélido al país.

A la orden

Fue una noche increíble. Volvió a subirse al escenario la maniquí María René Antelo con una colección en negro que demostró de lo que puede ser capaz cuando toma una tela en sus manos y juega a ser diseñadora. Be Original llamó a su conjunto de prendas.

Otros que cosecharon aplausos (como en versiones pasadas) fueron Marco Gutiérrez y Daniel Ghetti, el dúo dinámico de Papingo Maminga que, gracias a su espíritu trangresor, rebelde y rudo, le dieron ese toque internacional al BoMo de Pablo Manzoni. Esta vez el rojo y el negro fueron sus cómplices.

Úrsula Cabrera, otra dama de la creatividad, se destacó por ese maravilloso puzzle de colores muy bien plasmado sobre las prendas. Y Soletto sorprendió con sus diseños. Hay que decirlo. Merecen aplausos las refrescantes propuestas de los Hijos de Ramón, Springfield, Pedro del Hierro, Almanza, Labellamafia, Casa Elena y Diesel.

Reacciones en Facebook

Continúan las críticas para las magníficas. Muchos creen que algunas de ellas no deberían ser parte de un desfile de modas, otros dicen que necesitan preparación. Y el debate sobre los blogueros está que arde.

El crítico Rildo Barba posteó lo siguiente: “Cuarta y última noche. En la espera veo que algunos seudofashionistas repitieron la pinta: sombreros y cabellos colorinchis (azules, rosados y amarillos, sobre todo). Unos visten blazers tan largos como batas carnavaleras y de telas baratas como los trajes de la Ballivián. Mujeres con jopos de infarto y hasta uno que grita que es peluquín. Seudoblogueros (as) de moda presentándose como tales para conseguir buena ubicación, aunque se traten de unos desubicados. Chaquetas de terciopelo y de lentejuelas en seudoinfluencers que apenas se conocen entre ellos (para darse palo) y un osado que se vistió como Chabelo, pero con chamarra... Mujeres hermosas y superpintudas (sin distinción de edad: hay unas mayorcitas más buenas que la mermelada de guayaba)... Mirones para nada fashion, pero que por nada del mundo nos perdemos estos eventos (aunque sea para matar el tiempo)...”.

Análisis

Carlos Hugo Valdés: "El BoMo gritó 'poder para la mujer'"

En las dos últimas noches del BoMo “vestirse y armarse” se tornaron homólogos by Úrsula Cabrera, Papingo Maminga, Hijos de Ramón, Marcelo Rojas y Keny Gutiérrez, que usaron su arsenal de estrategias creativas y fashionistas para que la moda en este invierno sea un arma de empoderamiento femenino.

Úrsula arrebató al sport urbano la icónica polo, para cercenarle los últimos vestigios de origen masculino, y así reinventarla más versátil que nunca, mediante una sensualidad inusitada, a través de su bien pensada estrategia deconstructivista; así la arquitecta de la moda logra en Que te coma el tigre hacer de esta prenda un poderoso pasaporte ultrafemenino de la mujer que va a donde le da la gana.

Al son del estribillo Envi de Mi, los Papingo Maminga advierten que, si bien una visual distintiva puede ser un arma que incita a la admiración, es importante que lleve proyectiles de confianza, seguridad y buen humor, para contrarrestar los dañinos brotes de envidia que pueda engendrar.

El ejército urbano de los Hijos de Ramón nos invitó a descubrir en nosotros al Dios guerrero Ares, que da nombre a esta colección tan fuerte, aventurera y fashion, que combinó los tonos verde, caqui y beige con ojaletes dorados, sastrería y un toque sport.

Marcelo Rojas impactó con una mujer sexi y audaz con piezas que, con tan solo cambiar de ubicación una manga, se transforman en otras. Las mujeres casi etéreas, de Keny Gutiérrez, flotaron por la pasarela entre sedas y otras delicadas telas, trazando un arcoíris de alegres, frescos y delicados tonos pasteles, resaltando la espontaneidad y libertad expresada en su máxima feminidad. ¿El resultado? Sobredosis de aplausos.

 

Tags