Trabajadoras, resilientes y fuertes, así describen a las mujeres de La Paz

La ciudad maravilla está de fiesta; el 16 de julio se celebra la sublevación independentista de La Paz, encabezado por don Pedro Domingo Murillo en 1809.

Al acercarse esta fecha cívica, las reinas de belleza de la sede de Gobierno, que usan su corona como estandarte y también como un micrófono para difundir la grandeza de su departamento, hoy comparten qué es lo más valioso
de su tierra y aquello por lo cual se les hincha el pecho de orgullo al decir que nacieron en La Paz.

Para Adriana Salazar, Talitha Medina, María Fernanda Claros y Madelene Yapur, Miss y Srta. La Paz y Miss y Srta. Illimani, respectivamente, el mayor tesoro paceño es su gente, fuerte y orgullosa de su cultura y sus tradiciones.

Por ello, asumen con honor y responsabilidad las coronas que ciñen y que hoy usan para invitar al mundo a visitar la linda La Paz. 

Paceñas de ‘ñeque’
“A la mujer paceña la define una palabra: ‘ñeque’. Y es que en lo que sea que hacemos ponemos toda nuestra fuerza y dedicación”, asegura Madelene (23), que es
bailarina profesional en danza clásica y estudiante de Marketing y logística. Ella también menciona entre los tesoros paceños el clima y los paisajes de la urbe y de sus alrededores.

María Fernanda (23), estudiante de último año de la carrera de Odontología, es una enamorada de las costumbres y tradiciones de su departamento. De la misma forma, se siente muy afortunada de representar a una estirpe de mujeres “fuertes, aguerridas y trabajadoras”.

Y a esta definición de las paceñas, Talitha (25), asesora de imagen y estudiante de Diseño de Modas, le yapa que también son “tenaces y resilientes”.

“Las misses cargan una responsabilidad social; portar una corona no solamente significa estar linda o en figura todo el tiempo, sino también, estar informada, aprender sobre el departamento y ayudar al mismo”, resalta a su turno Adriana (25), esteticista cosmiatra y estudiante de Comunicación Social. 

Con su banda de Miss La Paz desea ser la voz de
niñas, jovencitas y mujeres para ayudarlas a vivir en una ciudad más segura y generosa.

Paradas obligatorias
El título de ciudad maravilla define muy bien las bondades de un departamento que ofrece a sus visitantes desde nevados hasta selvas tropicales.

La Miss Illimani sugiere subirse al teleférico ni bien se pise La Paz. “Desde las alturas, nuestra ciudad se luce tanto de día como de noche en su máximo esplendor”, describe.

De los alrededores, la Srta.La Paz cita como paradas obligatorias el Valle de la Luna, un área protegida ubicada a tan solo unos 10 kilómetros del centro urbano, y Copacabana, aquella ciudad digna de una postal que
se encuentra al atravesar el lago Titicaca.

La recomendación de la srta. Illimani es para los más intrépidos: el ‘camino de la muerte', el sobrenombre del antiguo camino a los Yungas y una ruta mundialmente conocida para practicar ciclismo de montaña. En este
paseo, los visitantes ascienden hasta los 4.650 metros de altitud y descienden a los 1.200. Los paisajes, rodeados de montañas son impresionantes.

Finalmente, la Miss La Paz revela un rincón de ensueño y poco conocido, la Laguna Escondida de Jinchumuruni, patrimonio turístico de la comunidad de Pongoba
a 40 kilómetros de La Paz.

Adriana Salazar, Miss La Paz 

Talitha Medina, Srta. La Paz 

María Fernanda Claros, Miss Illimani

Madelene Yapur, Srta. Illimani