Valeria Calpanchay tuvo una cita con el embaucador en 2018. Le contó al diario británico The Mirror que varias señales hicieron que rechace un nuevo encuentro y que no entiende cómo otras mujeres le creyeron

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13 de febrero de 2022, 12:39 PM
13 de febrero de 2022, 12:39 PM

Tras 11 días de su estreno en Latinoamérica, la película El estafador de Tinder continúa siendo tendencia en Netflix. En Bolivia, la producción inspirada en un caso real se ubica en el puesto # 5 de lo más visto de la plataforma y, aunque aún no aparecieron víctimas nacionales, resulta que sí las hubo de países vecinos.

En las últimas horas, el diario británico The Mirror publicó la historia de la argentina Valeria Calpanchay, que tras ver el documental reconoció a Simon Leviev, galán con el que tuvo una cita de lo más extraña en 2018, y quiso contar su experiencia.

Calpanchay dijo al medio extranjero que vio una serie de alarmas en la primera cita con el supuesto 'príncipe de los diamantes', así que rechazó su invitación para un segundo encuentro.


Valeria vive en Alemania desde 2018, donde se mudó para una "experiencia de trabajo y viajes". Fue en Munich y recién llegada que estaba ansiosa por conocer gente cuando coincidió con Leviev.

"Tenía una cuenta de Tinder para ese entonces, así que vi a este chico llamado Simon, que parecía guapo y que viajaba mucho. También me encanta viajar, he estado en muchos países, así que pensé que sería encantador encontrarnos. Tenía curiosidad", expresó. 

Según Valeria, Leviev le pidió su número de teléfono y de inmediato le escribió por WhatsApp para invitarla a encontrarse.

"Nuestra cita fue muy espontánea y sucedió un día después de que coincidimos. Acababa de terminar el trabajo y me envió un mensaje de texto diciendo si estaba libre para encontrarnos. Creo que envió un mensaje de voz", recordó la joven sobre la rápida invitación.


Tomando en cuenta los gustos del galán, la argentina sugirió encontrarse en un restaurante elegante, en una de las calles más caras de Munich "llena de tiendas de diseñadores".

"Recuerdo que nos sentamos durante cinco minutos y luego sugirió que fuéramos a otro lugar porque no le gustaba el menú. Luego fui a una tienda de cigarros elegante porque quería fumar uno. Después de eso fuimos a un centro comercial, donde finalmente nos sentamos en un café, que también parecía un lugar caro", continúa Valeria.

Ya de la cita, reveló que Leviev era hablador, pero "quería dar la impresión de que era misterioso", hasta eludió preguntas sobre sus orígenes.

Lo que prendió más las alarmas de la mujer fue que Simon, que llegó con dos celulares al encuentro y que recibió llamadas que no tuvo reparo en contestar para discutir sobre negocios de millones de dólares. "¿Quién habla de dinero delante de un extraño?", cuestionó ella. 

También agregó que Leviev le dijo que muchas mujeres le enviaban fotos y hasta le mostró algunas. "No me fiaría de alguien que le muestra fotos privadas a otras chicas", razonó.

Al final de cuentas, la cita duró aproximadamente una hora y le dejó la pregunta de si su 'match' "era genuino o no".

Con esa idea dándole vueltas en la cabeza, Simon le envió un nuevo mensaje poco después para invitarla a una fiesta y ella decidió no ir.

"Ya era muy tarde y estaba en pijama. Tuvimos una pequeña conversación a través de WhatsApp, pero realmente no tenía ganas de ir, y él me respondió algo como: 'Pensé que eras más espontánea que eso'", confesó sobre cómo rechazó al embaucador que no la contactó más.

"Me sorprende que muchas mujeres le crean, pero mi teoría es que tenía muchas citas de Tinder en un día y elegía cuidadosamente a sus víctimas porque no todas pueden enamorarse de él. Era un profesional", señaló la extranjera.

De acuerdo a los relatos de El estafador de Tinder, esa era la manera en la que Simon Leviev, cuyo nombre real es Shimon Hayut, conocía a mujeres a las que, después de conquistar con detalles y lujos, pedía ayuda y dinero prestado, dejándolas con deudas de miles de dólares. Se estima que el sujeto robó unos diez millones de dólares a víctimas de todo el mundo.