La noche cayó. Uno a uno se fueron encendiendo los foquitos amarillos y blancos. De lejos parecía un firmamento. Ya allí se dibujaba un afable trato entre los convidados, con risas y bromas como las grandes estrellas. Todo eso batido en un lugar perfecto y armonioso, la Vinotek, allí en uno de los rincones de Villa Fraterna.

Fue una iniciativa (acertada, por cierto) que embanderó London Consulting Group, esa prestigiosa empresa de consultoría internacional que se mueve en EEUU, México, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, contando con al menos 400 consultores.

El sello llegó a Bolivia en 1999. Y poco a poco fue creciendo. Actualmente son más de 20 firmas que trabajan con él codo a codo, entre estas, EL DEBER. “La idea es ayudar a nuestros clientes a optimizar el uso de sus recursos dentro de su ambiente laboral. Nos hemos enlazado con firmas líderes de Bolivia”, contó el director comercial, Alexandre Massart. 

Una cata de vino fue lo ideal para la ocasión; es primera vez que LCG realiza una cita con estas características. Después del éxito que significó para ellos, seguramente vendrán otras más. A sus 45 invitados les consta aquello.