A pedido de su gran amigo, el estilista Marcelo González, volvió a posar después de cinco años junto a Andrea Herrera, pero sus prioridades son su familia y su profesión

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12 de febrero de 2017, 4:00 AM
12 de febrero de 2017, 4:00 AM

No cualquiera tiene la llave. Para los extraños, parece inaccesible, para los amigos es auténtica, confiable y con un aplomo extraordinario. “Es clara para no complicar las relaciones, no divaga, no falla, y ese es un atributo difícil de encontrar”, dijo alguna vez sobre ella su mentor, Pablo Manzoni, que hizo pública su belleza al descubrirla cuando tenía 17 años en una sesión de fotos.


Vania Antelo Paz (33) fue magnífica por 12 años, se casó con ‘Choco’ Saavedra hace tres. Quiso soltar esa fuente de ingresos en un momento bueno, “antes de acobardar a la gente”, dice. Y para dedicarse a su profesión como administradora de empresas, y a su trabajo en recursos humanos en CRE. Pero a pedido de su gran amigo, el estilista Marcelo González, volvió a posar después de cinco años de ‘abstinencia’, junto a Andrea Herrera, su comadre y una de sus mejores amigas. 


Se la vio mucho en fotos, pero siempre fue de pocas palabras, sobre todo después de una traumática cirugía de nariz que la sometió a comentarios que le generaron anticuerpos con los invasores de su privacidad.   

 
 ¿Qué tal el matrimonio?
Es hermoso, soy fiel creyente en él. Es arduo, del día a día, una construcción que requiere trabajo en equipo; solo funciona si los dos trabajan en él,  hay días malos y buenos. No existen ni la pareja, ni la mujer, ni el hombre perfectos, sino los que nunca se rinden. Cuando hay amor, todo problema es llevadero.


 ¿Por qué dejaste las magníficas? Seguís en buena forma...
Decidí dedicarme a mi profesión. Quería dejarlo yo y no que él me deje; lo hice en el mejor momento y no cuando la gente se acobarde de verme. No me arrepiento.
El modelaje me dio grandes experiencias, de ahí salieron mis mejores amigas, recuerdos que llenan mi corazón, pero es una carrera corta y le saqué el jugo. La cara y el cuerpo tienen fecha de caducidad. Debía elegir, no podía pretender que me tomen en serio en mi oficina si seguía subida en una pasarela en traje de baño. Escogí lo que hoy me llena de grandes satisfacciones, mi trabajo en CRE. 


_ ¿Qué tiene de bueno y de malo el modelaje?
Me dio muchas cosas buenas, cuando empecé era bastante tímida, gran parte de mi carácter lo hice ahí; aprendí a administrar mi dinero, a ser responsable, a ser la cara de una empresa que no se limita a una foto. En esa época la agencia también era un lugar donde todos nos considerábamos familia, prueba de ello es que seguimos siendo un hermoso grupo. Pablito y la ‘Nenita’ no solo se preocupaban porque nos veamos bellas por fuera, sino por alimentar la belleza interna. Lo malo es que tu vida queda muy expuesta, y a los que no nos gusta exponer nuestra privacidad, lidiar con eso fue lo que más costó. Al estar en ese medio te acostumbrás a estar en boca de la gente, aprendí a no tomar nada personal, que lo que digan otros no era un reflejo de mi realidad, sino de las suyas. 


_ ¿Tuviste serios problemas de invasión de tu privacidad?
Sí, cuando pasaba por uno de los que hoy llamo mis peores momentos con el problema de mi nariz. Fue una experiencia personal muy triste, la gente de una forma ligera se tomaba el atrevimiento de opinar como si conocieran la realidad, hicieron  blogs donde la gente sin sentido de humanidad emitía comentarios como si estuvieran libres de caer en una desgracia como la mía. Los programas de TV me perseguían y la única noticia era que detrás de la imagen de Vania existía una joven con una nariz desfigurada, que tuvo que someterse a varias cirugías de reconstrucción en el exterior, buscando una nariz normal, no bonita, solo normal. Fue un proceso muy doloroso, pero de bastante crecimiento y fue cuando terminé de tener anticuerpos a todo lo que altere mi privacidad.


_ ¿Qué pensás de quienes  sustentan su vigencia con escándalos?
Es una pena, es solo falta de autoestima. Se puede sobresalir sin necesidad de exponerte.


 ¿Extrañabas posar?
A pesar de que hace cinco años no posaba para campañas, me sentí muy cómoda, más de lo que imaginé. Parece que el modelaje es como andar en bicicleta, no te olvidás nunca. Además tuve un equipo espectacular, me encantó el trabajo de Sergio Chuquimia y de mi gran amiga, Ximena Zalzer, detrás de la producción. Fueron ocho horas de trabajo que sentí como si hubieran sido una. Posar con mi amiga del alma fue espectacular, y mostrar el trabajo de Marcelo González no requiere de mucho esfuerzo.


_ ¿Te interesa retornar?
Hace mucho tiempo que Marcelo quería estas fotos, pero siempre se nos cruzaba algo. No podía decirle que no a un gran amigo como él. No es mi regreso al modelaje, pero tampoco cierro las puertas si existieran ofertas  para trabajar dentro del perfil que hoy mantengo.
 

_ ¿El matrimonio influyó en tu distancia con las pasarelas?
No, el modelaje es un trabajo como cualquier otro. Me alejé cuando todavía estaba de corteja y, como dije, lo hice porque elegí ejercer mi profesión.
 

_ ¿Pendientes en modelaje?
Nada, hice todo lo que quería. Tuve la bendición de representar a grandes marcas, viajé por muchos lugares de Bolivia y tuve la suerte de trabajar afuera.
 

_ Cultivaste una relación especial con varias magníficas...
Tengo la bendición de tener grandes amigas: Andrea Herrera, Cecilia Sanabria, Verónica Larrieu y Carolina Saucedo. Son parte de mi familia; magnífica era solo un trabajo que realizábamos, ellas son mujeres increíbles, con una belleza interior que resalta más que la exterior. La verdadera amistad es aún más rara que el verdadero amor; encontrar una amistad sana, desinteresada y leal es casi imposible y tengo suerte. Andrea Herrera es mi hermana, mi pierna, no sé qué haría sin ella, ya son más de 12 años de amistad.

COMO SIEMPRE. Vania Antelo se mantiene muy bien, como en sus épocas de magnífica top
COMO SIEMPRE. Vania Antelo se mantiene muy bien, como en sus épocas de magnífica top

_ ¿Quién es Vania?
Una mujer normal, con sueños y frustraciones, amiguera, ‘familiera’, querendona de los míos, con un corazón muy noble, pero con un carácter fuerte, odiadora de las injusticias, extremadamente sincera y, sobre todo, muy creyente en Dios.
 

_ Se dice que al principio parecés difícil, pero que cuando te conocen sos una buena persona ¿Qué hay de cierto?
Todos me dicen lo mismo. Parece que por la seriedad que puedo transmitir, o lo sincera, doy esa imagen. Quienes me conocen saben que si les sonrío es porque así lo siento, a mí no me presentaron la famosa ‘sonrisa del perro’, soy una persona que no conoce los grises, conmigo es blanco o negro. Siempre vas a saber qué pienso o siento, voy de frente; cuando algo  me gusta lo digo y cuando no también. Odio la hipocresía y la gente con dobleces, si te quiero se nota y si no, te lo hago notar aún más; eso en este medio a veces choca. Quienes me conocen saben qué esperar de mí siempre; si te quiero mi cariño es realmente sincero, soy leal al extremo.
 

_ ¿Desconfiada?
Para nada, más bien siempre ha sido mi problema ese y me he llevado varios sinsabores por confiar demasiado en quien no debía, pero con los años aprendí que ser buena persona no te asegura que lo sean contigo, pero sí te demuestra que sos mejor que ellos.
 

_ ¿Alguna vez te invitaron a la tele?
Me encanta la tele, admiro mucho a las personas que trabajan en ella, tanto siendo la cara visible, como formando parte de todo el equipo que está detrás para dar el resultado final que vemos en pantalla. Nunca me han hecho una propuesta formal y, dependiendo del formato del programa, lo pensaría.
 

_ ¿Te pusiste plazo para tener hijos?
Claro que sí, amo a los niños, me derrito con mis ahijados. Este 2017 nuestro objetivo como pareja es buscar bebé, llegará cuando Dios crea que es el momento. No tengo preferencias por el sexo; aunque suene trillado, solo deseo que Dios me mande un hijo sano, el sexo es lo de menos. 
 

_ ¿Cómo te imaginás de mamá?
Quiero que mis hijos se críen en un hogar  con valores, disciplina y mucho amor, donde el ejemplo de sus padres sea su mejor maestro. Me imagino siendo una mamá entregada en su rol; no soy madre, pero amo a mis ahijados como si fueran mis hijos, no quiero imaginar lo que voy a sentir por mis hijos, si con ahijados me destartalo. Quiero ser una mamá presente, creo que cuando sos madre queriendo serlo, y no porque ya toca, la dinámica, cambia. No espero ser una mamá perfecta, pero sí la mejor que pueda ser para ellos.
 

_ ¿Qué es para vos la familia? ¿Cómo visualizás tu hogar?
Para mí la familia es todo, quienes quedan cuando todos se han ido, y todas las horas de trabajo que se inviertan en ella siempre valdrán la pena. Visualizo mi familia con mi esposo y dos hijos sanos y felices; creo que si aprendemos a reparar lo que se daña en el camino, y no vamos desechando a la basura las relaciones como si fueran descartables, veríamos más matrimonios pronunciando la frase “felices para siempre”. Solo Dios sabe qué planes tiene para nosotros, yo espero envejecer con el hombre que elegí, y dar a mis hijos un hogar feliz