María José Menacho empezó a pintar a los 21 años y en poco tiempo se convirtió en una de las promesas de la pintura boliviana. Sus obras ya se expusieron en Nueva York y Dubái y llegaron a venderse en 10 países

El Deber logo
25 de noviembre de 2022, 11:40 AM
25 de noviembre de 2022, 11:40 AM

María José Menacho Rivero (26) nació en Santa Cruz de la Sierra, con el arte en las venas. Aunque su abuela, la artista Marina Ortiz, la animó a aprovechar su talento, “el qué dirán” la frenó 21 años y la llevó hacia la carrera de Odontología, cuyos apuntes siempre estaban adornados
con sus dibujos. 

Un día decidió liberar todos esos colores y formas reprimidos y así nació Watoka, seudónimo que eligió por ser la más chica de su casa, y en
solo cinco años de trayectoria ya mostró sus obras en Nueva York y Dubái.


¿Cómo descubriste la artista que llevabas oculta?
Desde pequeña tuve contacto con el arte por mi abuela, pasaba tardes enteras en su taller, trabajando juntas en cerámica. Siempre fui una persona creativa, pero cohibida, ya que en el colegio si no sabías dibujar no tenías talento, siendo que hay muchas áreas y corrientes artísticas que fui descubriendo a medida que crecía.

¿A qué edad realizaste tu primer cuadro y de qué fue?
Tenía 21 cuando perdí el miedo al “qué dirán”, ya que sentía inseguridad por pintar sin pasar clases y creía que todo saldría terrible. Los cuadernos y libros de mi carrera de Odontología siempre tenían dibujitos, me relajaba mucho soltar mi mente, y luego de mucho tiempo de dudas me fui a una tienda a comprar pinturas y comencé a probar en gran formato las cosas que
me imaginaba.

¿Odontología o pintura?
Por el momento me estoy dedicando 100 % al arte.

¿Se puede vivir del arte?
Se puede, trabajando bastante para hacerte conocer. Mucho hace la
perseverancia, el miedo a no lograrlo y preferir algo seguro, también hay que
saber que es algo que no sucede de la noche a la mañana. Vivo de
esto desde hace dos años. 

¿Qué es la pintura para vos ahora?
No puedo expresar en palabras cómo ha cambiado mi vida y me ha ayudado a descubrirme, crecer y sanar. Hoy no me imagino una vida sin ella. Siento que he podido conectar con lo que estaba realmente destinada a hacer, me
siento libre, siento que puedo inspirar a otras personas a seguir su
pasión y puedan soltar el miedo.

¿Qué técnica y estilo usás?
Realizo expresionismo abstracto y utilizo técnicas mixtas, ya que incluyen muchos materiales, como acrílico, óleo, aerosol, pastel, carboncillo, acuarela, vitrales, pasta delineadora, lápices, etc.

¿Y en colores?
Por lo general tiendo a utilizar colores vibrantes y llamativos, claro
que hay excepciones, dependiendo cómo me siento, pero mis favoritos son los azules y neones.

¿Qué pretendés transmitir?
Siento que hoy en día las personas tienen mucho miedo a decir cómo se sienten, lo cual limita la comunicación como seres humanos, ya que el hablar con honestidad de lo que pasa por nuestra mente nos permite llevar una vida más libre. Con mis obras intento que otros puedan sentir la libertad que ejerzo al expresarme, ya sea algo bien o mal visto. La sociedad nos cohíbe y
no deja encontrar nuestro verdadero potencial por miedo a ser
juzgados.

¿Qué te inspira?
La vida misma, siento que soy una esponja que absorbe todo lo que sucede a su alrededor, me inspira viajar y estar en contacto con la naturaleza.

¿Tenés un lugar especial para pintar?
Tengo mi estudio, que es un lugar con mucha iluminación natural, se llama Narnia, ya que allí se hacen realidad las fantasías de mi cabeza. Cuando viajo lo hago donde toque, puedo adaptarme donde sea.

¿Alguna vez intentaron desanimarte de pintar?
Muchas veces me dijeron que estaba perdiendo mi tiempo, pero soy testaruda.

¿Experimentaste otras artes plásticas?
Recientemente he comenzado a realizar escultura en cerámica, ya que quiero seguir los pasos de mi abuela y sacar mi línea de jarrones.

¿Qué logros grandes te dio el arte?

En julio de este año fui invitada a pintar en Nueva York y en 2021 mis cuadros representaron a Bolivia en la feria internacional de Dubái.

¿A qué pintores admirás?
Internacionales Jean-Michel Basquiat y Vincent van Gogh; y nacionales, los cuadros de Magenta Murillo siempre me han hipnotizado.

¿Quién es tu admirador más grande?
Un gran amigo que tiene 10 cuadros míos repartidos por el mundo.

¿Cuál es la importancia de los artistas en la sociedad?

Son motores de la comunicación y, más allá de la obra, transmiten mensajes y emociones, que te ponen a pensar.

¿Creés que deben, en la coyuntura social y política actual, por ejemplo, pronunciarse?
Cada uno tiene su forma de expresarse y manejarse ante las distintas situaciones que se han presentado últimamente en el mundo.

¿Cómo es María José en su versión joven normal?
Tengo una vida muy tranquila, me gusta salir a caminar, hacer ejercicio, disfruto viajar y estar con mi familia. Mi versión normal es estar todos los días trabajando, ya que ser artista va mucho más allá de solo pintar, hay un sinfín de cosas por detrás que requieren atención.

¿La pintura te hizo una persona más sensible?

Definitivamente, he aprendido a sentir más mis emociones para poder transmitirlas mediante mis cuadros. Pienso más las cosas para poder elaborarlas.

Y, en tu caso ¿lo considerás una virtud o un defecto?
Es un arma de doble filo, me ha ayudado a crecer, pero cuando es un sentimiento triste me quedo colgada a eso por más tiempo, ya que quiero poder plasmarlo.

¿Ya vendiste cuadros de tu autoría, y entre qué precios se venden?

Mis cuadros se venden desde hace tres años tanto en Bolivia como en otros 10 países. Los precios varían dependiendo varias cosas, pueden ver más detalles en mi página web www.watokart.com.

¿Cómo hacés para difundir tu trabajo?

Hoy en día las redes sociales son nuestro mejor aliado para llegar al público. (Está como Watoka en Facebook; watoka_art en Instagram; y lawatoca en TikTok)

¿Hasta dónde querés llegar como artista y como persona?

Veremos a dónde me sigue llevando este camino tan lindo, por ahora mi siguiente meta artística es tener una exposición individual internacionalmente y realizar una residencia.