Descubierto en la década de los 70, esta súperestructura puso en evidencia hacia dónde se dirige nuestra galaxia y ayuda a comprender mejor la evolución del universo.
Los astrónomos afirman que nunca habían visto una explosión cósmica de esta escala.
Las misteriosas galaxias no habían podido ser visibles con los telescopios terrestres más potentes, como el Gran Telescopio de Canarias, el Very Large Telescope o el Keck.
Nunca antes había sido visto tan claramente un movimiento masivo estelar de una galaxia a otra, afirman científicos que encabezaron el proyecto.
A mediados de julio se presentaron al mundo sus cinco primeras observaciones. Las galaxias más antiguas, el nacimiento y la muerte de las estrellas, el ballet cósmico de las galaxias, la atmósfera de un exoplaneta.
Los astrónomos se quedaron "boquiabiertos" con las primeras imágenes de la nebulosa de Orión obtenidas con el telescopio espacial Webb
La luz de las colisiones solo es visible durante un par de noches.
Durante décadas, los astrónomos sospechaban lo que había en el centro de la Vía Láctea. Con esta imagen que logró una colaboración internacional, ya no quedan dudas.
Las galaxias, al igual que varios planetas, también tienen un campo magnético. Este hallazgo puede ayudar a entender mejor cómo funcionan estas regiones del espacio.
Un estudio publicado el 16 de septiembre de 2021, permite comprender dónde se encuentra una parte perdida de la materia del Universo y observar la formación de una nebulosa alrededor de una galaxia.
Son miles de millones de veces más grandes que nuestro Sol, pero poco se sabe sobre cómo estos monstruos se forman y llegan a alcanzar su tamaño. Nuevos telescopios y técnicas nos están dando formas inéditas de ver a estos gigantes.
El telescopio Espacial James Webb es equiparado con "una potente máquina del tiempo"
