El candidato de Unidos Por Tarija observa la desidia del TED ante las irregularidades en la campaña

11 de abril de 2021, 12:38 PM
11 de abril de 2021, 12:38 PM

La segunda vuelta para definir al gobernador de Tarija supone una cerrada pugna entre el candidato del Movimiento al Socialismo, Álvaro Ruiz, y el postulante de Unidos por Tarija, Óscar Montes. El pasado 7 de marzo, solo 358 votos los distanciaron. Ahora, en segunda vuelta, sirve un solo voto para definir a la nueva autoridad.

Óscar Montes se muestra tranquilo y confiado en que la población participará con responsabilidad y definirá "sin amedrentamientos" al nuevo gobernador. Sin embargo,  observa ciertas irregularidades que podrían deslucir la cita electoral.

"Volvió a ocurrir lo mismo que la anterior elección", afirmó en relación a las denuncias por el acarreo de personas para cruzar ilegalmente la frontera con Argentina. Nuevamente, "el TED brilló por su ausencia y la Naval no hizo nada" para frenar el acarreo, pese a las denuncias de los vecinos de Bermejo, manifestó.

El candidato de Unidos por Tarija destaca que, en esta ocasión, "la crecida del río, por las lluvias de la noche, dificultará el traslado durante la jornada".

No es el único "incidente" que ha debido superar Montes en campaña. La guerra sucia y los ataques durante esta segunda vuelta se han incrementado notoriamente. El candidato asegura que "nosotros hemos hecho propuestas para llegar al corazón y razonamiento de la gente".

También denunció el "uso abusivo del poder”. El aspirante a la Gobernación enumeró las "ayudas" que ha tenido su contrincante como el uso de aeronaves del Estado, el respaldo del Viceministerio de Comunicación y la campaña que hicieron autoridades gubernamentales . Todo eso, recuerda Montes, sale “del bolsillo de los bolivianos".

También apunta a la actitud del TED al permitir el cohecho electoral con el ofrecimiento de plata o vacunas para decantar el voto.  

Desde primeras horas de la mañana, la lluvia que afecta a diversos municipios del departamento, entre ellos la capital, ha provocado la baja participación de la gente. "La gente no está acostumbrada a la lluvia", apunta Montes.