Lleva a cabo el proyecto Formación Técnica Profesional. Cada año, 13.000 jóvenes estudian carreras técnicas

11 de septiembre de 2022, 9:00 AM
11 de septiembre de 2022, 9:00 AM


Consciente que cada año alrededor de unos 13.000 jóvenes optan por inscribirse en Centros de Educación Alternativa o Institutos Técnicos Tecnológicos, la Cooperación Suiza en Bolivia contribuye al desarrollo de la formación técnica en 72 centros públicos en todo el país, a través del proyecto Formación Técnica Profesional.

El proyecto, establecido para apoyar al Ministerio de Educación, ayuda a fortalecer 172 carreras técnicas y casi 280 cursos de capacitación vinculadas a tres sectores económicos relacionados con agropecuaria, manufactura y servicios. 

Para impulsar el desarrollo de la formación técnica, el Ministerio de Educación y la Cooperación Suiza, mediante la campaña “La Formación Técnica Funciona”, hacen un llamado a los jóvenes, adultos y empresarios de Bolivia a valorizar una formación que alienta a la creación de más y mejores empleos y emprendimientos, salarios dignos, mejores ingresos, aumento a la productividad y mejores condiciones de trabajo en un entorno productivo cada vez más diversificado, exigente que demanda innovación y talento humano.

¿Por qué es importante?

La formación técnica es importante porque ofrece instrucción rápida y especializada. Los Institutos Técnicos y Tecnológicos y Centros de Educación Alternativa y Especial brindan una formación que es 70% práctica que permite desarrollar competencias requeridas en el mercado laboral, las mismas toman desde seis meses (Centros de Educación Alternativa) a tres años (Institutos Técnicos Tecnológicos) y tienen un costo de inversión mínimo puesto que la matricula es de Bs 200.

Además, posibilita la inserción laboral inmediata y promueve la autonomía económica. La formación técnica es un tipo de educación que está directamente vinculada a las actividades productivas y contribuye a generar mayores y mejores oportunidades de empleo digno, con la consiguiente mejora de ingresos. Según un estudio que realizó el proyecto los estudiantes manifestaron que gracias a sus estudios y emprendimientos sus ingresos mensuales se incrementaron en un 11% (Bs 1,976 en la línea de base, incrementó a Bs 2,198 en la encuesta).  Otras cifras también indican que luego de un proceso de formación técnica las posibilidades de ingresar al mundo laboral se elevan de un 59,8% a un 67,5%.

Casos de éxito

David Reichl , de 54 años, estudia para titularse en técnico superior en Electricidad Industrial, aunque ejerce casi desde nacido. Su padre era mecánico de maquinaria pesada y él creció “metido en el mundo de los fierros”.  Incluso su hijo estudia con él en el Instituto Tecnológico Santa Cruz.

“Hay becas, deberías inscribirte”, le dijo David a su hijo. “Me inscribo si vos también”, le respondió y ambos terminaron siendo compañeros. Se enteraron gracias a una familiar de que faltaban estudiantes y que ofrecían becas, y como suelen tener entre las mejores notas de su clase han cubierto casi toda su formación gracias a esas subvenciones del instituto. Gracias a todos los conocimientos adquiridos, David ha diseñado un electrobisturí para uso veterinario, que está disponible para quienes lo requieran.


Gaby Yovanovic es la gestora de Frucuero, un cuero biodegradable hecho con cáscara de frutas 


Por su parte, Gaby Yovanovic, formada en la carrera de Industria Textil y Confección, ha creado un innovador material para el diseño de accesorios: Frucuero, un cuero completamente biodegradable hecho con cáscara de frutas.

Nos preguntábamos: ‘¿qué hacemos con tanta basura? ¿Cómo podemos ayudar (al cuidado del medioambiente) de forma real?” y así nació Frucuero, relata Gaby.

En la creación del material participó Rocío, una compañera de Gaby. Lo elaboraron mientras se formaban en la Escuela Industrial Pedro Domingo Murillo, junto con su docente Felipa Yana.

Conocé algunas experiencias: