Crece y preocupa el drama de niños y jóvenes que sufren de intimidación a través de medios digitales

2 de julio de 2023, 12:00 PM
2 de julio de 2023, 12:00 PM


Lorena (nombre ficticio) vivió los peores diez días de su vida en una etapa en la que lo único que debía hacer era estudiar y jugar. Tenía 13 años cuando fue víctima del ciberbullying en su escuela. A ella, que este año saldrá bachiller, se le vino el mundo abajo cuando vio su cuerpo distorsionado en una página de Facebook. Sobre un cuerpo de mujer desnudo pusieron su rostro, aquel que tenía como imagen de perfil en esa red social. Esa maldad la obligó a cambiar de colegio por las burlas que recibía. 

Varios estudios muestran que por lo menos uno de cada tres niños, niñas y adolescentes sufre el ciberacoso en unidades educativas. Hay cuatro formas recurrentes de ciberbullying: el sexting, grooming, happy slapping y el acoso por celular.

Lorena sufrió el sexting, que es el envío o la recepción de mensajes de texto o imágenes de contenido sexual a través de teléfonos móviles o a través de internet. 

El grooming, según la organización Voces Vitales, que estudió hasta 2022 los tipos de acosos cibernéticos, es cuando un adulto mediante engaños y mentiras se gana la confianza y establece algún tipo de amistad con una niña, niño o adolescente a través de internet, ya sea vía redes sociales, aplicaciones, correo electrónico o juegos, con el fin de obtener imágenes o videos con connotación o actividad sexual.  

Estas imágenes o videos están destinados al consumo de pederastas o a redes de abuso sexual a menores con el objetivo de llevar a cabo abuso o explotación sexual o prostitución infantil. 

Mientras que el happy slapping, que significa bofetada feliz, consiste en la grabación de una agresión física, verbal o sexual y su difusión en línea mediante las tecnologías digitales, ya sea páginas, blogs, chats o redes sociales. Lo más común es que esta violencia se difunda por alguna red social y, en ocasiones, puede hacerse viral.

“La búsqueda de popularidad y de likes puede llevar a muchos jóvenes a cometer un delito contra sus compañeros e, incluso, contra sus amigos. La persona que graba esta agresión, ocasional o planificada, cree que colgar la agresión en una plataforma digital puede ser entretenido o divertido para ganar popularidad en internet”, explicó Luis Zegarra, abogado experto en ciberbullying. 

Por último, está el acoso por celular, que es la forma más frecuente de acosar en el país a menores de edad. A través de los teléfonos móviles se pueden enviar amenazas y hasta extorsiones. 

Zegarra detalló que el acoso cibernético no es un delito en el país y que este tipo de violencia empieza con detalles pequeños, como una foto tomada a un menor de edad tocándose la nariz. “Luego crean memes, se hacen la burla con la imagen y la hacen viral. El afectado empieza a sufrir ciberbullying, que no es un delito en el país”, explicó el abogado. 

Baja autoestima
El psicólogo Alexis Olivares señaló que la mayor parte de las víctimas son personas con baja autoestima y dificultad para relacionarse con los demás, por lo que se refugian en las redes sociales. “Está bien tener amistades virtuales, pero no generar círculos únicos alrededor de las redes de internet”, dijo. 

La mamá de Lorena todavía no puede recuperarse de la desgracia en la que cayó su hija. Ella relató que la jovencita le decía que no quería vivir tras recibir las burlas por las imágenes retocadas que se volvieron virales. “Escuchar a tu hija que no quiere vivir tras sufrir ese tipo de acoso es lo peor que le puede pasar a una madre o a un padre. No se lo deseo a nadie. Mi hija sufrió mucho y tuvimos que llegar al extremo de cambiarla de colegio porque ya no podía compartir con las personas que creía que eran sus amigos”, relató. 

Una de las pioneras en la lucha contra el ciberacoso fue Karen Flores, quien dirigía la organización Voces Vitales y que falleció en 2019. La comunicadora, en base a estudios que realizó, estableció que cuatro de diez menores sufren ciberbullying en sus unidades educativas. La Paz y Santa Cruz de la Sierra son las ciudades con más casos de este tipo. 

Voces Vitales registra las investigaciones de ciberbullying en varias ciudades del país. En uno de los registros se encontró videos grabados en Santa Cruz y subidos a YouTube en los que un grupo de jóvenes desnuda a chicas entre 14 y 16 años. La escena tiene cientos de visitas. Algo similar sucedió en La Paz, cuando un grupo de adolescentes golpean a uno de sus compañeros y filman esa escena. Luego la subieron también a la plataforma de YouTube.

Golpes filmados
Alfredo (nombre ficticio) también sufrió este tipo de agresiones. Su padre contó que su hijo tenía nueve años cuando empezó a ser víctima del ciberacoso. Sus compañeros lo llevaban al baño con mentiras y en ese espacio de su escuela lo golpeaban. Uno de ellos filmaba el hecho violento y luego esa escena cruel era una de las vistas en las redes. Alfredo calló por mucho tiempo lo que sufría. 

El niño contó las veces que fue víctima de acoso: nueve veces fue golpeado en diferentes espacios de su colegio. Un día llegó a su casa con la nariz rota y ahí tuvo que decir la verdad. “Solo recuerdo que nos abrazó y nos dijo que quería cambiarse de colegio. Nos contó lo que sufría y de inmediato lo denunciamos a las autoridades del colegio. Al final no hubo sanciones contra los agresores y tuvimos que sacar a nuestro hijo de ese colegio”, relató el padre. 

El ciberbullying se da cuando se utiliza el internet o el celular para hacer que otro se moleste o se asuste. Esto lo hace mediante el envío de mensajes de texto, videos o fotos vergonzosas a través de las redes sociales. Hay niños que sufren en silencio y no se lo cuentan a sus progenitores. 

El ciberacoso es más difícil de controlar y tiene efectos negativos para las víctimas. Empieza con cosas minúsculas, como si fuera un juego, pero luego ya es incontrolable. Tuve casos de que las víctimas quisieron suicidarse. Entonces, es importante fortalecer el conocimiento de los padres para saber cómo detectar si nuestros hijos o hijas están sufriendo ciberbullying. Y más allá de detectarlo hay que ver cómo prevenirlo y cómo poder encaminar en la justicia una acción a la persona o al grupo de personas que está cometiendo este tipo de acciones lamentables”, explicó Zegarra.   

“Te voy a matar”, “Tú y tu familia están en peligro”. Son dos frases que marcaron la vida de Eduardo, un estudiante universitario. Los mensajes que le llegan a su teléfono celular entre dos y tres veces por semana. Algunas veces su equipo logra identificar el número del que proviene, pero en otras oportunidades es a través del internet. Ya solicitó el extracto de llamadas e inició un proceso penal en contra del propietario de ese número, pero el caso no avanzó. Eduardo vive con miedo. Sale con temor todos los días de su casa porque no sabe a qué se deben esos mensajes. 

“Sospecho de una relación tóxica que tenía hace un año. Puede ser esa mujer que está tratando de intimidarme, pero no logro confirmar nada. No creo que sean bromas de mis amigos, porque esto ya viene como siete meses de envíos de este tipo de mensajes. Algunas veces cambian el número (telefónico), pero hasta ahora no logro dar con el o la agresora. Además, la investigación no avanza”, lamentó Eduardo. 

Un estudio de la Fundación Redes reveló que los estudiantes están expuestos a la violencia a través del internet. El documento establece que siete de cada diez estudiantes aceptan contactos de desconocidos en las redes sociales, se muestran por cámara web o intercambian fotografías y, tres de cada diez estudiantes concretan encuentros casuales.

La psicóloga Claudia Peredo afirmó que una persona víctima de ciberacoso se vuelve insegura, desconfiada, temerosa y su personalidad cambia radicalmente; especialmente cuando no lo comparte con nadie. La especialista añadió que la víctima crea esta nueva personalidad porque, en la mayoría de los casos, su acosador se mantiene en el anonimato. En varias situaciones la persona acosada tiene pérdida de confianza en sí misma y genera una especie de delirio de persecución.

Bolivia enfrenta niveles altos de violencia en las escuelas. Hay violaciones en unidades educativas, violencia física y psicológica, pero el ciberbullying avanza como avanza la tecnología. Para erradicar esta violencia se necesitan rígidas transformaciones.