Para no desperdiciar lo que sobra y ahorrar en la alimentación, todos recalentamos lo que quedó del almuerzo o la noche anterior. Mira cuándo se producen los riesgos

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6 de enero de 2016, 21:54 PM
6 de enero de 2016, 21:54 PM

Comer lo que sobra al día siguiente o en la noche, es una práctica habitual en todas las personas. Nos ayuda a ahorrar y nos deja con la conciencia tranquila de no haber botado alimentos.

Sin embargo, algunas veces recalentar la comida puede producir una intoxicación que generalmente es causada por una bacteria que contaminó tus alimentos.

El culpable se llama Campylobacteria, y según la Agencia de Estándares Alimentarios de Reino Unido (FSA), citada por la BBC.

La Campylobacteria puede sobrevivir por un par de horas en la superficie de la cocina, así que se esparce fácil. Y te puede enfermar con sólo una pequeña dosis.

Mientras necesitarías decenas de miles de la bacteria de la salmonela en tu cuerpo para enfermarte, de la Campylobacteria sólo te hacen falta unas 500.

Aquí te presentamos algunas claves para recalentar de manera adecuada tu comida:

¿Qué hay que hacer para protegerse?
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La clave para matar la bacteria es el calor y por eso es tan importante cocinar ciertos alimentos. Sin embargo, si los vas a guardar lo principal es dejar enfriar los alimentos antes de meterlos a la heladera.

Si pones comida caliente en el refrigerador lo único que lograrás es subir la temperatura de este, volviéndolo una perfecta incubadora de bichos, nada bueno para la comida que ya tienes dentro.

Puedes cubrir lo que quedó de comida, dejarla enfriar a temperatura ambiente por no más de cuatro horas y sólo entonces ponerla en el refrigerador.

¿Con qué debo tener cuidado?

Hay comidas que pueden resultar dañinas al recalentar como por ejemplo la carne cocida (o comida que contenga carne, como guisos o lasaña), también las salsas que contengan leche o crema, los pescados, mariscos y la comida con huevo.

¿Cómo debo recalentar la comida?

El secreto de manera saludable es hacerlo parejo. Muchos de nosotros utilizamos el microondas pero éste suele calentar unas partes más que otras, dejando espacios fríos donde la bacteria puede contratacar.

Por eso es importante que al ponerla en el microondas, la saques, la revuelvas y la vuelvas a meter o calentarla directamente en el horno o una olla.