Fue reconocido por su labor en el proceso democrático durante la Primavera Árabe de su país. En la premiación abogaron por la consolidación de un estado Palestino

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10 de diciembre de 2015, 16:12 PM
10 de diciembre de 2015, 16:12 PM

El Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez recibió este jueves el premio Nobel de la Paz en el ayuntamiento de Oslo (Noruega) por su labor en la construcción de una democracia plural en este país africano.

Los líderes de la Liga Tunecina de Derechos Humanos (LTDH), la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), la patronal y la Asociación Nacional de Abogados -que fundaron el Cuarteto en el verano de 2013- recogieron un premio que reconoce su esfuerzo para rescatar un país cercano a la guerra civil, según el Comité Nobel.

El diálogo nacional no fue sencillo y estuvo suspendido un mes al principio, recordaron sus impulsores, que consideran el Nobel un "homenaje" al pueblo tunecino, resaltando a actores políticos, mujeres, jóvenes, intelectuales, la sociedad civil y el Ejército.

"No renunciamos y seguimos trabajando con los partidos, hicimos volver a todos a la mesa de diálogo. Gracias al consenso creado e impulsado con el apoyo del resto de la sociedad civil, la transición fue completada con éxito", dijo Abdessatar Ben Moussa, presidente de la LTDH, en un discurso leído por partes entre los cuatro líderes.

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La aprobación de una nueva Constitución y la celebración de elecciones libres culminaron un proceso que tuvo su origen en las protestas de diciembre de 2010, que comenzaron con demandas de "trabajo, libertad y justicia social" y evolucionaron hacia la reclamación de un cambio de régimen político.

Que el proceso político llegara en Túnez más lejos que en otros países que protagonizaron la denominada "Primavera árabe" es consecuencia de la "voluntad real" de diálogo y de la confianza y el aprecio entre las partes, resaltó el Cuarteto, que defendió también el derecho de los palestinos a contar con un estado independiente.

El Cuarteto nombró entre los desafíos la necesidad de instituciones que consoliden la democracia, recuperación y reformas económicas, pobreza y desigualdad y la seguridad.

La democracia y el Islam


Túnez es un ejemplo de cooperación entre movimientos islamistas y seculares y su Constitución de 2014 es considerada "la más igualitaria y democrática" en el mundo árabe, afirmó en su discurso la presidenta del Comité Nobel noruego, Kaci Kullmann Five.

"Quienes afirman que el Islam y la democracia son incompatibles o que los partidos islamistas y seculares no pueden trabajar juntos por el bien de la sociedad sólo necesitan mirar a Túnez", sostuvo Kullmann Five, que debutó este año como presidenta del comité, resaltando además el papel "clave" de las mujeres en ese proceso.

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