El gran movimiento se estrena este jueves en las salas del país. El segundo largometraje del director boliviano llega en medio de un momento floreciente para el cine nacional

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10 de marzo de 2022, 7:34 AM
10 de marzo de 2022, 7:34 AM


Luego de un prolongado tiempo de espera y varias postergaciones debido a la pandemia, "El gran movimiento", cinta de Kiro Russo, que ha cosechado varios galardones alrededor del mundo, por fin se estrena en Bolivia. La película tuvo su premier el martes en La Paz y desde hoy estará en las salas del país.

-El gran movimiento llega con varios premios a cuestas, entre ellos, la Mostra de Venecia. ¿Cómo se logró hacer rotar la película por diversos festivales a pesar de la pandemia?
La verdad que el éxito de "Viejo Calavera" (su ópera prima) ayudó mucho. Cuando los grandes festivales ya tienen una referencia, se logra una buena recepción. Es más, nos dimos el lujo de ser invitados a grandes festivales y elegir Venecia, pero, por ejemplo, también fuimos invitados a Locarno (Suiza) y la Berlinale de este año. Al final elegimos Venecia porque nos daba la posibilidad de estar presencialmente.

"El gran movimiento" es una película muy radical y, para mí, haber estado en Venecia junto a grandes películas y estrellas, me pareció muy valioso. Y haber ganado un premio fue inesperado, pero una gran alegría.

- El proceso de filmación de "El gran movimiento" se dio en medio de los conflictos políticos de 2019, ¿esto afectó al resultado final de la historia?
Definitivamente, hubo ciertos cambios. Sabiendo lo que estaba pasando en el país, era inevitable incluir algunos elementos de ese periodo. He tratado, de alguna manera, de que todo estuviera presente más fuera de campo; entonces, hay huellas de lo que ha pasado de alguna forma. Y, por otro lado, ha sido muy difícil y complejo filmar en medio del conflicto. En algunos casos hemos tenido que salir corriendo, literalmente. 

- ¿Cuál ha sido la importancia de recibir financiamiento del Programa de Intervenciones Urbanas?
Ha sido prácticamente todo. "Viejo Calavera" fue una película mucho más barata, en la que, realmente, se le pagó muy poco al equipo. Más fue un trabajo de amigos, que estuvo bien como una primera experiencia, porque estábamos comenzando, pero ya, en "El gran movimiento" , teníamos que respetar el trabajo de toda la gente involucrada. El cine, definitivamente, es carísimo, por eso yo no me aventuraría a hacer otra vez una película sin pagarle a la gente lo justo por su trabajo. 

- En "El gran movimiento" retomas la mirada de un minero, como también lo hiciste en Viejo Calavera, ¿qué es lo que te interesa al momento de mostrar este tipo de vidas?
La minería está muy relacionada al capital, es la raíz de todo lo que estamos viendo ahora y en nuestra historia. Pero, por otro lado, están las relaciones de amistad que he construido con los mineros. En un momento, la película se iba a llamar "Loba" y estaba yendo hacia otro lugar, pero, en 2019, llegaron caminando a La Paz 500 jóvenes desempleados de Huanuni, que buscaban oportunidades de trabajo. Entre ellos estaba Julio César Ticona y otros amigos de Huanuni, cuando me encontré con ellos, los vi realmente cansados, así que decidí hacer unas tomas de ese momento. Allí me di cuenta de que era necesario continuar con lo que se había hecho antes.

- ¿Cómo calificas el trabajo de Julio César Ticona y qué valor le das al papel que interpreta en la película?
Una de las cosas que más me ha alegrado ver el compromiso y dedicación de Julio con el cine y comprobar cómo el cine ha afectado su vida. El papel de Elder (Ticona) es bastante complejo, se trata de un joven que se enferma y uno va viendo la evolución de la enfermedad en su cuerpo. Me encanta poder construir estas relaciones en mi trabajo.

- ¿Es correcto pensar que es el mejor momento del cine boliviano después de mucho tiempo? ¿Qué falta?
Lo que está pasando es una nueva ola, una réplica exacta de lo que ocurrió en 1995. En esa época, por primera vez, el Estado presta dinero al cine a través de una ley, así nacieron películas icónicas, como "Cuestión de fe" y "Jonás y la ballena rosada".
Entonces, esto es lo mismo, en 2019 se lanza un fondo por única vez y estamos viendo claramente que esta nueva ola está cargada de muchas más producciones, porque, además, hay un elemento clave, como es la profesionalización de los cineastas.

El cine boliviano tiene diversidad de propuestas, hay gente que está apostando al cine comercial, al social, documental e independiente. Yo creo que es un gran momento para el cine y es una oportunidad para que las instituciones, la prensa y la ciudadanía en general aproveche de difundir los grandes éxitos que estamos logrando.