Un estudio realizado en ratones rompe con la creencia de que la regulación de la sed, se da a través de cambios en la concentración de la sangre. Fue publicado en Nature

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14 de septiembre de 2016, 12:27 PM
14 de septiembre de 2016, 12:27 PM

Las células del cerebro son capaces de predecir los efectos hidratantes del consumo de bebidas antes del cambio en la composición de la corriente sanguínea por falta de líquidos, indica una investigación publicada en la revista Nature.

La teoría surge luego de que un grupo de científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) realicen pruebas en animales para comprobar que, en la mayoría de los casos, la conducta de beber se regula demasiado rápido para ser controlada por la composición de la sangre directamente, señala la agencia de noticias Prensa Latina.

El modelo usado en la investigación, se basa en que el órgano subfornical (SFO), que desempeña un papel esencial en la regulación de la liberación de la sed.

Para confirmar la relación entre los sensores de la cavidad bucal y dichas neuronas, se privó a los ratones del estudio de todo tipo de líquido durante la noche y se emplearon métodos de optogenética para cerrar la actividad de dichas neuronas, explicó a Prensa Latina, la especialista, Erica Huey.

A pesar de la falta de líquido y los presuntos cambios en la sangre que podrían causar, los ratones no bebieron, pero en cuanto se silenciaron las neuronas del órgano subfornical, éstos bebieron abundantemente.

El descubrimiento rompe con la visión de la regulación de la sed, que supuestamente se da cuando detectan cambios en la concentración de la sangre.