Al norte del estado de Luisiana, en el condado de Lake Providence, se evidencia una cruda desigualdad entre los que gozan de riquezas y los que no

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7 de octubre de 2016, 17:04 PM
7 de octubre de 2016, 17:04 PM

En la actualidad Estados Unidos vive una realidad muy difícil de esconder, la desigualdad. Es un fenómeno que ya ha traspasado limites dividiendo los territorios drásticamente.

El lago ubicado en el condado Lake Porvidence, al norte de Luisiana, según el diario EL País, divide la zona entre ricos y pobres en una población que consta de menos de 4.000 habitantes.

Esta frontera natural ubica al norte a los ricos y al sur a la gente pobre, en su mayoría afroamericanos, los cuales registran ingresos de alrededor 6.800 dólares, en cambio de los otros con 611.000 dolares al año.

Por un lado, la realidad muestra familias disfuncionales que no pueden subsistir por la falta de empleo. Además, grandes problemas de violencia y delincuencia que son ignorados por el gobierno local.

En el otro costado del lago, vive gente en su mayoría blancos, con casa grandes y elegantes. Los niños asisten a colegios privados.

Muchos atribuyen el problema a los subsidios que el gobierno ofrece a las personas de bajos recursos, argumentando que de esta manera no hay el afán de encontrar un trabajo sino esperar que todo llegue fácil.