Un grupo de científicos estadounidenses probó la hipótesis de que los perros sin hogar tardan más en pedir ayuda al ser humano que los perros con familia, cuando se enfrentan a una tarea imposible de resolver para conseguir comida.

17 de agosto de 2022, 15:32 PM
17 de agosto de 2022, 15:32 PM

Un grupo de científicos estadounidenses probó la hipótesis de que los perros sin hogar tardan más en pedir ayuda al ser humano que los perros con familia, cuando se enfrentan a una tarea imposible de resolver para conseguir comida.

Según la revista Muy Interesante en el estudio se planteó una tarea imposible a varios perros de 3 categorías:

-Perros que llevan más de un año viviendo en una familia

-Perros en acogida o que llevan menos de un año en familia

-Perros alojados en protectoras.

La tarea consistía en entregarles una caja sellada con comida en el interior y anotar su reacción con la caja y el guía o persona cercana.

Resultados

Los perros que viven en una familia desde hacía un año o más (categoría a), se rinden ante la imposibilidad de la tarea y miran al guía, antes que los perros de las categorías b) y c). Solicitando, claramente, colaboración y ayuda.

Conclusión

El tiempo que un perro lleva en una familia, así como sus experiencias previas con el ser humano, influyen en el perro a la hora de resolver problemas (en este caso la caja sellada con comida dentro) y su forma de comunicación con el humano solicitando ayuda.

La importancia del andamiaje social

¿Qué es el andamiaje social?

Es un término que se utiliza en psicología del desarrollo para referirse al conjunto de ayudas, orientaciones e información que un individuo (en este caso, un perro), recibe a lo largo de su desarrollo.

Pedir ayuda, implica mayor andamiaje social

Qué un perro le pida ayuda a su guía, y que su guía le de soporte, no es malo, en principio.

De hecho, este estudio nos invita a hacernos unas preguntas concretas, antes de afirmar que nuestro perro no nos hace caso.

Por ejemplo:

¿Podría ser que lleve menos de un año viviendo con nosotros?

Según este estudio, menos de un año de vida en la familia sería un periodo insuficiente para dotar de las experiencias con humanos necesarias para ser menos independiente. Si acabas de adoptar un perro y estás desesperado porque no te hace caso. Ten paciencia durante el primer año, ya que necesitas un mínimo de experiencias.

Si tu perro lleva más de un año en casa y no te hace caso… ¿Es estable nuestra relación con el perro? Es decir, ¿existe un vínculo sano?

El estudio demuestra que cuanto mayor es el tiempo compartido con la familia, más pendiente está el perro de mirar al guía y pedir ayuda. Por lo que, una vez más, el número de experiencias importa. Si quieres que tu perro te haga más caso, haz más cosas con él.

El andamiaje social, también se entrena

El entrenamiento basado en la obtención de recompensas (refuerzo positivo) y el tiempo compartido con nuestro perro, aumentará su número de experiencias con las personas, mejorando su atención y colaboración.

Por lo que podría existir una manera de acelerar el proceso: entrenar con tu perro.

En el estudio que nos ocupa, se concluye también que los perros entrenados mejoran su comunicación con el humano. Pero que además, está comunicación es mayor si el entrenamiento se inicia cuando los perros son cachorros.

Dos ejercicios prácticos para entrenar el andamiaje social

Juega con tu perro: disputar con tu perro su peluche favorito, de forma divertida y sin órdenes, aumenta las experiencias. Si por tu condición física, disputar un juguete con tu perro es demasiado cansado, o tu perro prefiere que le tiren la pelota. Puedes probar a esconderla, que tu perro la busque y después te la traiga, antes de lanzarla. Estarás favoreciendo así un juego más equilibrado y cognitivo.

Acaricia a tu perro: comparte con tu perro un tiempo en el sofá o en su colchoneta, si es que no te gusta que suba al sofá, y acaríciale buscando complacerlo en los puntos donde más le gusta. Las caricias deberían durar al menos cinco minutos y dejar claramente que tu perro está disfrutando de ellas. Si tienes la suerte, de que a tu perro le encanta que le peines, este ejercicio de higiene puede contar como caricias que fomenten el andamiaje social.