La falta de este nutriente detiene el proceso natural de la generación de gran parte del oxígeno que respira el planeta. Alarma el aumento de los desiertos marinos

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11 de octubre de 2016, 16:11 PM
11 de octubre de 2016, 16:11 PM

Un tercio de los océanos está anémico, especialmente alrededor de la Antártida, debido a la falta de nutrientes como el hierro, lo que ha generado la presencia de grandes porciones de "desiertos" marinos.

El hierro, presente en el polvo atmosférico, actúa como un
fertilizante natural de los océanos y es importante para el
crecimiento del fitoplancton, que produce gran parte del oxígeno que
se respira en el planeta.

Además, estos organismos microscópicos que se encuentran en la
superficie marina absorben el dióxido del carbono, uno de los gases
que provocan el efecto invernadero.

"Los océanos no están en condiciones óptimas en lo que se refiere
al crecimiento del fitoplacton y algunas partes están desérticas.
Esto no significa que no estén sanos, sino que el ecosistema podría
ser más productivo y tener más vida", dijo a Efe Andrew Bowie,
oceanógrafo químico de la Universidad de Tasmania.

Bowie formó parte de un equipo que este año estudió el papel de
las partículas de la atmósfera que son arrastradas desde Australia
continental hacia el mar, a bordo del barco "Investigator" de la
Organización para la Investigación Industrial y Científica de la
Mancomunidad de Australia (CSIRO).

El trabajo se centró en el análisis de la presencia de
micronutrientes como el hierro, además de otros minerales y metales
como el cobre, cobalto, níquel, manganeso, que van a parar a mares
cercanos a consecuencia de incendios forestales u otro tipo de
emisiones.

Una excepción son las aguas que rodean a la isla Heard, situada
en una zona sub-antártica a unos 4.000 kilómetros al suroeste de
Perth, donde abunda el hierro que, según los científicos, podría
proceder de volcanes submarinos
.

Bowie y su equipo intentan elaborar un mapa que indique cómo
estos elementos entran al océano desde el territorio continental
australiano
y medir, con instrumentos sofisticados, la presencia de
los nutrientes en el mar, lo que el científico describe como buscar
una cabeza de alfiler en 200.000 piscinas olímpicas.

La otra cara de la moneda es que una pequeña variación en la
cantidad de hierro puede cambiar la situación de los océanos para
mejorar rendimiento en el crecimiento del fitoplancton. 

Las causas de la anemia de los océanos aún son desconocidas para
los científicos, así como la correlación entre una alta presencia de
hierro y la pesca.