Hugo Dellien, el número uno del tenis boliviano, se preocupa de su familia, es amiguero, lamentó la despedida de Federer, le gusta mucho el fútbol y se ilusiona con que la selección nacional vuelva a jugar el Mundial.

26 de septiembre de 2022, 8:07 AM
26 de septiembre de 2022, 8:07 AM

La felicidad no sólo está en los éxitos, en los trofeos, en los títulos. Disfrutar de los seres queridos es parte de la vida. Eso hizo Hugo Dellien, el tenista más importante de nuestro país en la actualidad. Habló sobre sus afectos y respecto a temas que, incluso, no tienen nada que ver con una pequeña pelota y una raqueta, mostrando otra faceta de lo que se conoce sobre él.

Ante la imposibilidad de seguir en la práctica activa y mientras se recupera de la lesión que lo aqueja, se fue para bautizar a su hija hasta su natal Trinidad, donde compartió con amigos y familiares.

Hacía más de dos años que no visitaba la ciudad que lo vio nacer. Las veces que vino a Bolivia, sólo llegó hasta Santa Cruz por un par de días para cumplir con sponsors y otras obligaciones comerciales.

Dellien estuvo por la capital cruceña, justamente para atender uno de estos asuntos. Como no lo había hecho en otras oportunidades en razón de sus obligaciones deportivas, mostró algunas facetas poco conocidas por el gran público y hasta por la prensa.

Al hablar por primera vez sobre sus afectos en Beni, hizo énfasis en lo que “su” gente significa para él. “A mis amigos los veo como parte de mi familia; somos muchísimos y para mí es muy especial sentir el apoyo de todos ellos, no sólo ahora que me está yendo bien, sino toda la vida, lo cual valoro muchísimo. Con eso te quedás al final de todo. Cuando pasás a ser extenista tenés otra vida, es entonces que te quedás con las personas que siempre estuvieron, que es lo más importante”.

Contó también que un capítulo aparte es la relación con su esposa e hija. Por ejemplo, este año viajaron con él a Europa. El hecho de que su esposa haya sido tenista también, le da un gran margen de tranquilidad porque ella entiende lo que significa la profesión del marido; por ello es que lo acompañan cuando los torneos son prolongados.

Y aunque no haya referencia al respecto porque poco se refiere al tema, Dellien es un apasionado por el fútbol y la selección boliviana. Por ello, pidió que –como en cualquier otro deporte- los futbolistas sean lo más profesionales posible para lograr metas y objetivos.

Cree que en algún momento se va repetir la clasificación a un Mundial, pero con un proyecto a largo plazo porque los grandes logros no se consiguen en corto tiempo. “En el ’94, cuando fuimos al Mundial (de EEUU) yo tenía un año; me encantaría vivir un Mundial, sería increíble y ojalá lo pueda vivirlo”.

Imposible excluir sus expresiones respecto a la despedida del tenis profesional del gran Roger Federer, ocurrida la semana pasada. “La despedida de Federer a todos nos dolió, aunque ya sabíamos que en cualquier momento podía pasar. Yo tenía la ilusión de poder enfrentarlo en algún torneo…me quedaré con esas ganas”.

Dijo que lo más importante es que todos vivimos la era de Federer y de Nadal que fue una rivalidad que calificó de “increíble” y él cree que nunca más se volverá a registrar una figura así, la cual ha cambiado no sólo el tenis, sino que ha trascendido al deporte en general.

Dellien nunca enfrentó a Federer, en cambio sí se midió con los otros grandes del tenis en la actualidad, Rafa Nadal y Novak Djokovic.


Sin embargo, la admiración que tiene por el suizo es similar a la le expresan casi todos en el tenis y también gente de otros ámbitos.

Pero el beniano poco a poco se va metiendo en lo suyo, en el regreso a las canchas, aunque aún haya tiempo para que eso ocurra.

Lesión de la muñeca derecha (sinovitis) va evolucionando muy lentamente en base a un tratamiento especial. Reconoció, sin embargo, que el factor tiempo juega ahora a su favor porque tiene hasta fin del presente año para recuperarse completamente y estar preparado para el año deportivo que se le viene.

Para la raqueta número uno de Bolivia, el 2022 ha sido un gran año, pese a lo que significa la lesión que lo empujó a dejar no sólo las competencias oficiales, sino que lo obligó a abandonar incluso las prácticas diarias.

Alcanzó el mejor puesto (70) de su carrera en el ranking ATP, pero no sólo eso, sino que incluso la mejoró hasta llegar al 64, lo cual le ocurrió en apenas 6 meses. Él siente que la clave de su éxito ha sido la experiencia, el hecho de haber competido ante adversarios muy importantes. Pero también es consciente de que tiene que seguir evolucionando en varios aspectos.

Evalúa lo que hizo este año y, en una clara muestra de madurez profesional, concluye que en lo físico y en lo deportivo llegó a una base en la cual se sintió cómodo. Pero lo que marca la diferencia es el hecho de haber participado en torneos de mucho prestigio como Wimbledon y Roland Garros, por ejemplo, lo cual le cambió hasta la mentalidad para afrontar cada momento clave, a tomar decisiones con cabeza fría.

Además, cuenta con un equipo que lo colabora para intentar mejorar partido tras partido.

Contó que parte de su estructura es contar con analistas de videos y estadísticas que se encargan de hacer todo un estudio de los contrincantes; por ejemplo, cómo sacan, cuál es su lugar predilecto para las devoluciones o qué tan cerca de las líneas juegan. Para Hugo, esta parte del trabajo previo a un partido es fundamental.

Con el propósito de no perder demasiado terreno en el escalafón mundial, Hugo ha solicitado a la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) un “ranking protegido”.

Para ello tiene que dejar de competir al menos 6 meses, tiempo que se cumple en enero 2023.

Este puede ser el impulso para el objetivo del próximo año, ingresar en el top 50 del mundo.



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