Los secretos de una cheeseburger

Las hamburguesas son parte de la cultura popular en todo el mundo. Podemos encontrar distintas versiones, algunas más sencillas que otras, pero si tenemos que volver a los orígenes, la más famosa y antigua de todas es la cheeseburger o hamburguesa con queso.

Pero, ¿qué es lo que se necesita para preparar la mejor hamburguesa con queso? Te lo contamos. Carne de calidad: Una buena hamburguesa requiere de una buena carne, y para que la carne no sea seca e insípida esta debe tener el porcentaje de grasa adecuado, entre un 25% a 35% es lo recomendado por los conocedores.

Para que la hamburguesa no sea muy pesada, el tamaño ideal de los discos de carne es de 100 a 150 gramos. Para cocinarlas puedes usar una plancha o una parrilla, en la primera será más fácil manipular y sellar la carne mientras lo demás se cocina lentamente. En la parrilla de cocina de manera aún más lenta y uniforme, además el carbón aportará un sabor ahumado que le dará el toque gourmet.

La cebolla caramelizada también es clave en esta hamburguesa, nuevamente la forma más fácil es hacerla en la plancha, retirando todo el líquido posible antes de cocinarla. Añadir un poquito de ajinomoto sobre las cebollas potenciará el sabor de estas en la carne, así que tenlo en cuenta. ¿El pan? Un brioche dulce para contrastar, este debe ser suave tanto al tacto como al gusto.

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• La hamburguesa perfecta es aquella que se puede comer con una sola mano. No debe ser grande ni muy pesada. Lo ideal es que quepa en la boca. Por eso te recomendamos que los medallones de carne no superen los 150 gramos y que no agregues demasiados ingredientes que opaquen el sabor.
• La hamburguesa con queso debe llevar principalmente eso, un buen queso. El mejor queso es aquel que derrite a la perfección y aporte color. Por eso el más usado en estas hamburguesas es el queso cheddar. Agrégalo cuando ya esté cocinada la carne, pues solo debe estar unos segundos en la plancha o parrilla antes de que la ‘Burger’ sea servida.