¿Por qué el queso es tan adictivo?

El queso es ‘ese’ ingrediente que está presente en las preparaciones más apetecidas por todo el mundo. Y no fue sino hasta hace un tiempo que se descubrió el verdadero secreto de este éxito arrollador.

Sucede que este ingrediente puede llegar a ser tan adictivo como las drogas y el tabaco, o al menos eso es lo que afirman expertos de la Universidad de Michigan luego de un experimento realizado a más de 500 estudiantes voluntarios.

La razón de toda esta obsesión con el queso es una proteína llamada caseína, que está presente en todos los lácteos, pero que tiene mayor concentración en el queso y cuyos efectos son similares a los de los opiáceos durante el proceso de digestión.

Esta proteína libera las llamadas casomorfinas que, tal y como su nombre lo sugiere, tiene efectos similares a la morfina en el cuerpo, generando una sensación de bienestar profundo que puede desencadenar una adicción. Por ese motivo, muchos la consideran una droga láctea, pero sin efectos letales o nocivos.

Para saber más

Generalmente la leche usada para la elaboración de los productos lácteos es de vaca, esto debido a su accesibilidad. Aunque también utilizan otro tipo de mamíferos como cabras, ovejas y burros.

Si bien los quesos más consumidos en el mundo son el cheddar, parmesano y la mozzarella, existen más de 2 mil variedades de quesos en todo el mundo. Sus precios varían dependiendo de su proceso de producción.