Según el infectólogo Juan Saavedra las personas pueden tocarse el rostro hasta 23 veces por hora. Otros expertos dan cpnsejos para evitarlo

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7 de abril de 2020, 10:07 AM
7 de abril de 2020, 10:07 AM

Según el infectólogo boliviano Juan Saavedra, un estudio arrojó que las personas se tocan la cara 23 veces cada hora. El 50% va sobre la piel, el 30% sobre los ojos y el resto por la nariz o la boca. En 12 horas, se tocaría la cara unas 276 veces. Eso significa que el virus del Covid-19 tiene múltiples posibilidades de ingresar a nuestro organismo.

Según el diario La Vanguardia, para los animales tocarse la cara tiene un propósito relacionado con el aseo; sin embargo, las personas y algunos primates que se llevan las manos a la cara no lo hacen precisamente para mantener la higiene.

Muchas personas no pueden parar de llevarse las manos al rostro, ni siquiera en estos días en lo que todo el mundo trata de extremar las medidas de precaución para no contagiarse del coronavirus. ¿Cómo dejar de hacerlo?

La interpretación científica
Los expertos explican que tocarse la cara es un mecanismo calmante, ya que el contacto de piel con piel, aunque sea la propia, libera oxitocina, una hormona que ayuda a regular el estrés. 

Otros expertos en lenguaje corporal señalan que este gesto suele ser también una forma subconsciente de coquetear o de ayudarnos a controlar las emociones y atención.

El usar barbijo reduce esta tendencia a tocarse la cara, y hoy este artículo es un bien de primera necesidad para cualquier particular, pero, especialmente, para el personal sanitario y las personas enfermas. 

Michael Hallsworth, investigador del comportamiento humano en la Universidad de Columbia, ha explicado recientemente para la BBC la dificultad de erradicar este gesto. Según el experto, es mucho más eficaz hacer entender a la gente la importancia de lavarse las manos constantemente que pedirles que dejen de hacer un gesto que casi siempre es del todo inconsciente.

En el medio español aconsejan estas medidas para contener este mal hábito

1. Ten conciencia. Lo primero es empezar a darse cuenta de la cantidad de veces que nos llevamos las manos a la cara. Solo así podremos detenernos antes de hacerlo la próxima vez.

2. Busca sustitutos. Llevar gafaspuede ayudar si te tocas mucho los ojos. O, si vas a tocarte la cara porque te pica la nariz, por ejemplo, puedes sustituir las manos por el codo o el antebrazo. No es lo ideal, pero al menos disminuimos algo el riesgo de contagio. Si la necesidad de tocarte es muy fuerte siempre puedes probar a sentarte un rato sobre las manos o tenerlas ocupadas.

3. Ocupa tus dedos con otras cosas. Quizá puedes usar una pequeña pelota antiestrés o llevar un lápiz en la mano mientras trabajas. No obstante, debemos recordar que es importante desinfectar los objetos y las superficies que tocamos frecuentemente.

4. Déjate notas. Escríbete a ti mismo algunos recordatorios en forma de notas y sitúalos en lugares estratégicos de la casa.

5. No te agobies y lávate las manos. Si a pesar de todo te sorprendes tocándote la cara más frecuentemente de lo que desearías, recuerda que lo más importante es lavarse frecuentemente las manos y mantener la distancia social de seguridad con otras personas.