El país recibiría 10.000 dosis para grupos voluntarios. La investigación se encuentra en su última etapa antes de la producción masiva de la inyección

27 de agosto de 2020, 10:15 AM
27 de agosto de 2020, 10:15 AM

El Gobierno nacional aún evalúa si participará o no de las pruebas de la vacuna contra el Covid-19 que desarrolla China, según informó este jueves el jefe nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto.

La oferta china es la entrega de 10.000 dosis para grupos voluntarios y posteriormente la adquisición de entre uno y dos millones de dosis, cuando ya se ingrese a la fase de producción masiva, tras tener los resultados de su aplicación entre seres humanos.

“Los avances científicos tienen que demostrarnos comparativos. Debemos basarnos en información que el laboratorio nos brinde, Perú ya ha aceptado a ser parte de la investigación y eso nos motiva para que nosotros podamos tomar una decisión, pero debe ser consensuada”, dijo el especialista en entrevista con la televisora estatal.

Las dosis chinas podrían llegar al país en septiembre, en caso de que se acepte la oferta del laboratorio chino, que forma parte de las seis iniciativas que están en la fase 3 de la investigación, la última antes de garantizar su eficacia.

Según la autoridad sanitaria, la propuesta china "tiene que pasar a la parte gubernamental para valorar la conveniencia que podamos ver y la seguridad que tenga la investigación avanzada hasta el momento”. 

Prieto reconoce que se debe analizar el ofrecimiento que, además, condiciona la aplicación de la muestra “para que se distribuya en sectores o grupos poblacionales más que voluntarios individuales”.

Fases de la vacuna

La producción de vacunas contempla cuatro fases de investigación. En la etapa inicial la investigación se realiza dentro de un laboratorio con estudios in vitro. La segunda fase implica la prueba con animales y el estudio de su reacción a las dosis.

La vacuna china se encuentra en la tercera etapa, que involucra la prueba con humanos. Al comienzo, las dosis se prueban en cantidades menores de personas y bajo un control de los efectos. Posteriormente, se requiere una extensión a una población mucho más grande para ver las probables reacciones que se pueda tener.

Según manifiesta Prieto, el proyecto de estudio también implica que el país optaría a recibir entre 2 millones y 10 millones de dosis cuando la vacuna fuera aprobada.

Sobre el tema, el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, Marcelo Ríos, dijo que se deben conocer muchos datos para entrar en una fase de experimentación para validar la vacuna. 

Recordó que el proceso de experimentación implica trabajar con dos grupos diferenciados, el de control y el de estudio. “Se mide de qué manera afectó el contagio en las personas que no fueron vacunadas y contrastarlo con las que sí recibieron la dosis experimental y, por tanto, deberían tener un riesgo menor”.

Por otra parte, Virgilio Prieto recordó que Bolivia está dentro de los 10 países para que el 20 por ciento de la población pueda acceder a la vacuna de Oxford. “Lo bueno es que los laboratorios que van a producir son de Argentina y Brasil, entonces por la proximidad seremos potencialmente de los primeros en tener la vacuna para nuestra población”, recalcó.