Madrid, España

Alguna vez te has  preguntado, ¿debo tener un control de horario de comidas antes de una competencia?, ¿comer una hora o tres horas antes, afecta a mi rendimiento deportivo?

La respuesta es sí, afecta. Ser tan riguroso con los horarios es tan importante como el tipo y cantidad de alimentos que se selecciona antes de una competencia.

La digestión de los alimentos consume energía, y se necesita que se respete el tiempo necesario de esa digestión. Es importante que la comida previa a una competición se haga  con tres a cuatro horas de antelación.

Por eso, conviene planificar correctamente esta última toma para dar lugar a la digestión  y  no tener que sufrir problemas digestivos durante el esfuerzo físico.

Las proteínas y las grasas hacen que la digestión sea mucho más lenta, por este motivo deben estar presentes en pequeñas cantidades, dejando en primer plano los carbohidratos.

Si bien los carbohidratos toman vital importancia, no se debe cometer el error de consumirlo justo antes de competir (comer una hora antes).

Los carbohidratos de fácil digestión como el pan, la pasta o papas, tienen un índice glucémico muy alto; quiere decir que su absorción es más rápida comparado con otros alimentos, provocando que la glucosa se dispare en el organismo. Esto, a su vez, hace que la insulina suba y baje de golpe produciendo un descenso de energía, mareos, náuseas, y por consiguiente se puede afectar el rendimiento durante la competencia.

Por lo tanto, si el deportista siente hambre próximo a la competencia, el momento ideal para consumir ese aporte energético  extra será justo después del calentamiento, y de forma líquida, justo el momento en que ya se ha empezado a liberar catecolaminas gracias al ejercicio, y de esta manera evitará que la insulina se libere de manera rápida.