Algunos analistas y economistas ya hablan de “una tormenta perfecta” en Bolivia, a raíz de la conjunción de serios problemas que enfrenta la economía y la producción de bienes y alimentos: la permanente sequía, la escasez de dólares y los problemas para el normal abastecimiento de diésel.

Uno de los sectores que mayor impacto ha sufrido por esa tormenta ha sido el oleaginoso. Según la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), en las últimas dos campañas agrícolas (verano e invierno) las pérdidas económicas para los productores ascienden a $us 600 millones.

El gerente de Anapo, Jaime Hernández, dijo que, con esas pérdidas, los productores han quedado con una iliquidez financiera para afrontar la siembra de la próxima campaña de verano 2024-2025.

“Nuestro sector productivo demanda al año unos 180 millones de litros de diésel para sus actividades agrícolas, pero con eso, en el año 2023, hemos producido más de 5 millones de toneladas de granos de soya, sorgo, trigo, girasol, maíz y chía y hemos generado, solo con las exportaciones de soya y girasol, más de 1.950 millones de dólares en divisas para el país”, señaló Hernández.

En cuanto a la falta de dólares, el ejecutivo sostuvo que los importadores de insumos, principalmente de agroquímicos, han subido los precios de los productos de un 30%. “Eso ha significado un aumento del costo de producción, a lo que se suma la pérdida de valor del precio pagado al productor, porque, a pesar de cotizarse en el mercado internacional, le pagan al tipo de cambio oficial”, explicó.

Con todo ello y la sequía, Hernández precisó que las perdidas productivas en la campaña de verano anterior han sido de al menos 800 mil toneladas de grano de soya, a lo cual se ha sumado las pérdidas de esta campaña de invierno de al menos 1,5 millones de toneladas de granos de sorgo, trigo, girasol, maíz y chía.

Periodos de campaña agrícola

De acuerdo con datos de Anapo, la campaña de invierno en Santa Cruz es sembrada a partir de abril, terminando la cosecha de soya de verano, y se producen dentro de un enfoque de manejo sostenible, cultivos de rotación como es el sorgo, girasol, trigo, maíz y chía, en ese orden de importancia.

“En una campaña normal se siembran unas 850 mil hectáreas, como lo fue en invierno 2023, pero en esta campaña de invierno solamente fueron sembradas 558 mil hectáreas, debido a la sequía”, afirmó el gerente de Anapo.

En esta campaña de invierno 2024, el principal cultivo de rotación es el sorgo con 320 mil hectáreas, seguido del girasol con 122 mil hectáreas, el trigo con 77 mil hectáreas, el maíz con 29 mil hectáreas y la chía con 9 mil hectáreas.
La cosecha de los cultivos de rotación de invierno comienza a partir de medianos de julio.

En la zona del norte integrado, se siembran unas 400 mil hectáreas de soya, que actualmente están en proceso de siembra y cuya cosecha es a partir de noviembre.

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